Sábado 05 de marzo de 2016

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Si hay algo de lo que seguramente se sienten satisfechos los ejecutivos del Servicio de Impuestos Nacionales (SIN), es que han logrado mejorar y de manera sustancial su índice de recaudaciones, elevando los ingresos a favor del Tesoro General de la Nación.
Por supuesto que a más ingresos, deberían registrarse más beneficios para la población, traducidos en programas de mejoramiento común, especialmente los de saneamiento básico, salud y educación, aparte por supuesto de otra instancia en la se cubren "gastos especiales", de programas aleatorios para recreación de vecinos en algunos barrios o comunarIos de poblaciones rurales.
Los impuestos sirven para satisfacer necesidades y conformar expectativas de la población, el destino de esos recursos que generan pocos contribuyentes, sirven a una gran masa de población, en la que de manera práctica está una gran mayoría de comerciantes "informales" que manejan grandes capitales pero no pagan impuestos, son evasores claramente identificables, que trabajan, ganan, pero no tributan.
Ese hecho es muy llamativo por cierto, ya que pasa mucho tiempo sin que se hagan los esfuerzos necesarios para "universalizar" el pago de impuestos, de modo que como sucede en otras sociedades debidamente organizadas en materia de impuestos, todos o casi todos los ciudadanos están obligados a pagar impuestos en base a sus ingresos económicos y su relación productiva real, es lo que no sucede en nuestro medio en el que un conjunto de empresarios de la industria y el comercio legalmente establecido tienen la mayor carga tributaria y son los que sostienen el sistema, ahora presionado por una serie de multas, clausura de negocios, procesos y otras presiones que ejercita el SIN, para mejorar sus recaudaciones.
Fuente: LA PATRIA