Jueves 25 de febrero de 2016
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Los cambios en el clima son evidentes. Sus efectos son ya visibles: más sequías, más inundaciones, tormentas más fuertes y más olas de calor, que someten a duras pruebas a las personas.
Podemos entender el cambio climático, como la desmedida elevación de la concentración de dióxido de carbono (CO2) en la atmósfera, que ha dado como resultado un aumento de temperatura de la misma, ocasionando una serie de alteraciones y variaciones en los escenarios climáticos.
Las zonas más afectadas por efectos del cambio climático es la región del Beni, Chaco, e incluso el altiplano Norte, con un exceso en las precipitaciones. El altiplano está expuesto a cambios de clima constantes, se observan heladas, granizos, bajas temperaturas, falta de lluvias, etc.
Para confrontar estos efectos se debe considerar la prevención y, pasar de la discusión o la teoría a la acción.
La adaptación al cambio climático son estrategias y prácticas distintas que se refuerzan orientadas a generar sociedades más resistentes.
También en la responsabilidad de nuestros actos pasados, presentes y futuros. Si realizamos acciones responsables, las consecuencias de las mismas no serán tan graves.
