Domingo 21 de febrero de 2016
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Las farolas podrán ser sustituidas por árboles y plantas con luz natural propia dentro de unos años, según un proyecto que está en desarrollo por un grupo de científicos. El estudio Glowing Plant, que se podría traducir como planta que brilla con intensidad, propone una solución a un mundo que consume recursos como si fueran inagotables, cuando en realidad lo son, lo que acabará por superar los límites del planeta. Afirman que la propia naturaleza tiene la respuesta a través de la bioluminiscencia, una energía limpia, renovable y sostenible.
La bioluminiscencia es la producción de luz de ciertos seres vivos, como es el caso de las libélulas o algunos animales de las profundidades marinas. De hecho es en estos organismos en quienes se han inspirado y tomado la idea base para trasladar esta propiedad al reino vegetal. Todo esto por medio de la modificación genética, en la que se inyectan genes con esta propiedad a la planta, siempre de manera respetuosa con el medio.
"La primera planta que brillaba se creó a mediados de los 80. Aunque era una luz muy débil, vimos en ella una oportunidad de progreso", cuenta Antony Evans, cofundador del proyecto. "Vimos la ocasión de sustituir las farolas eléctricas, que gastan electricidad y emiten dióxido de carbono, por árboles que brillan en la oscuridad. Cuando esto se consiga la iluminación será natural, mejorará el aspecto de las calles y serán mucho más bonitas".