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Domingo 21 de febrero de 2016

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Revista Dominical

Una familia promedio en Bolivia es deudora de unos 10 mil dólares

21 feb 2016

Entrevista realizada al economista Joshua Bellott Â? Por: Ximena Miralles Iporre - Directora de LA PATRIA

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Una familia promedio en Bolivia, es decir de cinco miembros, debe en la actualidad 10 mil dólares estadounidenses por concepto de deuda externa e interna que ha contraído el país sea con el Estado o con países del exterior, ésta fue la conclusión del analista en economía, Joshua Bellott, con quien conversamos y explicó las consecuencias de continuar adquiriendo préstamos y qué solución se podría proponer para no entrar en una espiral inflacionaria que nos lleve a la quiebra.

"El Gobierno actual ha tenido más dinero que cualquier otro, históricamente, debido a que se han incrementado los precios internacionales de los hidrocarburos y de los minerales, esto ha hecho que las exportaciones hayan subido tremendamente, por supuesto el producto interno bruto también, pero asimismo, tiene que ver con la Ley de Hidrocarburos aprobada en la gestión de Rodríguez Veltzé, de ahí que el Estado ha tenido mayores recursos", comenzó explicando el economista.

El año 2005, la deuda externa alcanzaba más o menos a los 5.000 millones de dólares, y hubo programas de condonación de la misma, como el HIPC, por los que se nos condonó 3.200 millones de dólares, lo que quiere decir que quedamos con una deuda de 1.800 millones de dólares, la deuda interna en ese entonces era casi inexistente, según explicó Bellott.

El último crédito que se obtuvo es el contraído con China, equivalente a 7.000 millones de dólares, pero la deuda externa ya alcanzaba otros 7.000 millones de dólares, entonces ya se habla de unos 14.000 millones de deuda externa y unos 10.500 millones de deuda interna, es decir, la deuda es de más de 20.000 millones de dólares que debe Bolivia, en total, de acuerdo a los datos proporcionados por el experto en economía.

Lo que se cuestiona el profesional es por qué si estamos en una época en la que más dinero se obtuvo, por la coyuntura de los altos precios internacionales, se tuvo que obtener un crédito, haciendo que la deuda crezca considerablemente, pues ahora ésta también es la más alta históricamente.

Cuando una persona tiene un negocio en el que le va bien, por lo general la tendencia es al ahorro, ya sea para adquirir bienes o para invertir, por lo que Bellott cree que el país hizo un mal negocio, pues en lugar de invertir o ahorrar el Estado se prestó más dinero.

De 20.000 millones de dólares que habría sido la deuda contraída, regularmente se tendría que usar el dinero para inversión pública. Bellott hizo un ejercicio tomando en cuenta Oruro. De esos 20.000 millones ¿cuánto le corresponde a Oruro? -analizó- por lo general es el 5% de la inversión pública, es decir se está hablando de unos 1.000 millones de dólares en 10 años.

El presupuesto de la Gobernación y Alcaldía de hace un año alcanzó a 500 millones de bolivianos, si en 10 años suponemos que ambas hayan tenido un monto de unos 700 millones de dólares por lo menos estamos hablando de que efectivamente que en Oruro se debían haber invertido 1.700 millones de dólares, ¿qué se podría hacer con ese dinero? Los corredores bioceánicos hacia Chile nunca fueron terminados, se necesitan unos 40 millones de dólares para terminarlos, que en relación al monto que debería tener Oruro es nada, no falta mucho para concluir, se podría haber hecho con ese dinero. Se podrían asfaltar 300 kilómetros de la ciudad de Oruro, toda la ciudad podría ser asfaltada con 129 millones de dólares, la planta solar con 95 millones, Para el alcantarillado, con 100 millones de dólares, alcanza para 34 barrios, si se multiplica por 7, alcanzaría para instalar alcantarillado en 238 barrios, o sea, todo Oruro ya debía contar con ese servicio. Con otros 100 millones se tendría alcantarillado pluvial. En estos 10 años se podría haber construido 2 hospitales de tercer nivel con 23 millones de dólares. Además de canchas, postas, colegios, microrriego, apoyo a la producción de quinua y otros. Sin embargo, en Oruro no existe ni siquiera el 10 por ciento de todos los proyectos mencionados, consideró.

Bellott enfatizó en que no se ha hecho un uso eficiente del dinero conseguido, porque en este tiempo, tanto Oruro como el resto de Bolivia debían haber crecido mucho más, pero el desarrollo como debiera ser no se ve.

La deuda, tanto interna como externa, debe ser pagada, a través de los impuestos y con un dólar que será más caro, y la situación se agrava porque los ingresos han disminuido, debido a que el precio de los hidrocarburos y los minerales bajaron. También alarma el hecho de que hay una reducción del 48% en los presupuestos de las gobernaciones, municipios y universidades, más la ley de incentivos que confisca a dichas instancias el 12% para enfrentar la exploración de hidrocarburos, ya que no se aprovechó la época de bonanza para hacerlo.

La explotación de hidrocarburos ha sido la principal fuente de ingresos durante los 10 años recientes, especialmente el gas natural. La clave para los ingresos altos no fue por la producción ya que ésta en el período de 1999 a 2005 fue de 278% y en el lapso de 2006 a 2012 fue 7 veces menos, es decir un 38%, pero la renta petrolera fue 7 veces mayor en el período reciente en comparación con el anterior, debido a los altos precios de los hidrocarburos en el nivel mundial. (Ver cuadro 1)

La pregunta es ¿Si el desarrollo de Bolivia dependía de los hidrocarburos, por qué no se ha beneficiado a los bolivianos y por qué la producción ha crecido 7 veces más lento de lo que creció antes, teniendo 7 veces más dinero? Por lo que se deduce que se hizo un negocio malo también en cuanto a estos ingresos por los hidrocarburos, ya que no se realizaron inversiones en exploración, explotación, desarrollo e industrialización, y aunque ahora existe la ley de incentivos para estabilizar la situación y lograr cumplir los contratos comprometidos con Argentina y Brasil en este campo, se trata de una reacción tardía porque ahora los precios de los hidrocarburos bajaron.

El experto observa además que la economía boliviana en la actualidad no es sostenible porque no se ha invertido en producción e industrialización, sólo se depende de las materias primas, que están bajando de precio. Esto se traduce también en que no habrá quien dé empleo a las personas.

Llama la atención sobre la situación en la que se encuentra Bolivia, señalando que es crítica, habría una devaluación de la moneda y la deuda externa subiría, cuando esto ocurre pueden escasear las divisas, pero hay mayor demanda de éstas y dado que las exportaciones han caído, hace que hayan menos dólares en el país, pero son necesarios por lo que se consiguen a mayor precio y así se hace una espiral inflacionaria difícil de frenar. Se espera que el actual Gobierno esté cuidando estos aspectos para que no se repita la historia del 85, cuando se entró en una espiral inflacionaria que puso al país en apuros, ya que prácticamente entró en quiebra. Advirtió que eso podría ocurrir sólo si no se tiene cuidado con la economía, hay un peligro y se tiene que cuidar ese aspecto.

La que paga esos costos es la población, el Estado es un intermediario y les cobra a los ciudadanos a través de medidas como la subida de los impuestos.

"Hay un costo que no lo vemos con claridad, y es el costo de no haber aprovechado esta buena coyuntura de precios e ingresos que ha tenido el país para invertir en una economía sostenible, ese costo no lo vamos a recuperar jamás. Yo estoy seguro que ese costo puede sobrepasar los 20.000 millones de dólares que tenemos de deuda en este momento porque no hubo inversión, ni ahorro", señaló Bellott, incidiendo en que históricamente nunca hemos tenido un mejor momento en la economía como la coyuntura que se presentó en los recientes 10 años.

Por otra parte, existe un fenómeno que más de un ciudadano ha notado, y es que en los cajeros automáticos salen billetes nuevos, recién impresos, eso quiere decir que cada cierto tiempo y con bastante frecuencia se están imprimiendo éstos, lo que no siempre se traduce en bonanza para el país, al respecto el experto explicó que cuando hay más divisas nacionales que dólares, la moneda extranjera tiende a valer más, lo que puede hacer que se devalúen aquellas monedas y ese aumento de precio en las divisas externas va colado a la inflación, ya que los precios de muchos de los productos que ingresan al país subirían.

Señala que no es una medida aconsejable en ningún lugar del mundo, el emitir muchos billetes, sin el debido respaldo. Afirmó que muchos gobiernos recurrieron a esa medida porque faltaba el dinero para salarios y otros ítems, ocasionando mayores problemas para sus países.

Lo que se aconseja para evitar un colapso de la economía nacional. Bellott explicó que en primer lugar es un error que el Estado monopolice todas las empresas, "en términos económicos se reconoce que las empresas estratégicas sí deben pertenecer al Estado, según la teoría neoclásica, pero las empresas que tienen un mercado más o menos perfecto, deben pertenecer a los privados, porque son los que mueven la economía y deben recibir un incentivo del Gobierno para poder producir y poder emplear a los ciudadanos bolivianos, no así mantener una competencia de parte del Estado, ese es un gran error".

La idea es incentivar a que el mercado sea eficiente, para que exista empleo, buenos sueldos, pero si el Estado destruye mercados, controla precios, no habrá incentivo a los privados y la economía será ineficiente e insostenible, además que se debe propender a que el Estado no sea corrupto, que la empresas a su cargo funcionen de manera eficiente, añadió el experto.

Criticó el hecho de que el Estado haga la competencia desleal a la empresa privada y monopolice la industria, puso de ejemplo la intención de crear una empresa estatal de transporte pesado, lo que mataría esa industria que es el fuerte, después de la minería, del departamento de Oruro.

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