Viva la Ley del Mínimo Esfuerzo

Mi amigo Erick era el verdadero modelo de la vida fácil. El creador, propulsor, ejecutor y mejor ejemplo de la Ley del Mínimo Esfuerzo. No lo arregles si funciona, ¿para qué aprender si otro sabe cómo hacerlo? No leo el libro porque esperaré la película, y sólo la veré si alguien me regala el vídeo y su favorita, no hay primera sin segunda sólo en la cueca, si lo hice una vez con eso alcanza, solía decir, entre millones de frases a la hora de justificar su holgazanería.

Era el colmo de sinvergüenza, no tenía remedio, pero cuánta razón tenía siempre. No le faltaba la excusa perfecta, siempre tenía la respuesta a flor de piel, y la culpa sobre cualquier ausente, para endosársela y zafar del problema. Nada ni nadie podía contra él, se las arreglaba siempre para convencerte de que le prestes el peso hasta mañana o de estirar la mano a la caja de salteñas para la que nunca aportó nada. Ni qué decir a la hora de tomarnos unos tragos, sin necesidad de GPS (que no había aún al alcance de los mortales normales), nos ubicaba donde estemos y sin mucho esfuerzo terminaba más duro que nosotros.

No se cómo, ni sé para qué, pero egresó con nosotros, no le interesó, creo, ni siquiera saber con qué nota, me da la impresión que los catedráticos lo aprobaron con tal de no verlo más. Y así un martes 18 de julio de 2005 egresó de ingeniero de sistemas -este si se tituló- y se puso a buscar trabajo, contra sus principios pero sin excusa, al menos para sus padres, que estaban hartos de mantenerlo.

Primero trabajó en una telefónica, no supe muchas historias, pero luego se fue a trabajar a la antigua Súper Intendencia de Hidrocarburos, donde consiguió un empleo como le gustaba a él, de bibliotecario, creo que no le interesó en lo más mínimo ganar poco, mucho menos quedar encerrado en la biblioteca de la entidad, cuando podía desarrollar sus conocimientos y tener hambre de progreso. �l se fue a lo más fácil y creo que al poco tiempo pidió ayudante, el tema es que Erick era feliz y dichoso donde estaba, ya la vida lo había acomodado, ésta fluía a través de él, y no había nada que vaya a atentar su dichosa paz.

El amor tocó sus puertas justamente en esa entidad, siempre nos preguntábamos de cómo habrá podido esa simpática gordita fijarse en el "Loro Rojas", y peor aún, como habrá hecho el para el esfuerzo de enamorarla, porque mi amigo no era un ejemplar como para caer facilito, pero sin importar ello, se casaron al poco tiempo, en su matrimonio con esfuerzo bailó el vals y casi pide ayuda para que un amigo le quite la liga a la novia. Pero fue una linda fiesta y muy pronto tuvo prole, una linda bebita que en menos de dos años tenía una hermanita y casi de seguido trajo al último de los niños. Hasta que le encontramos algo para lo que no había sido flojito sino más bien muy aplicado, aunque reíamos al chismear sobre él y comentar que seguro lo hace porque en este caso tiene muy buena ayuda.

Pero lo bueno no es eterno y a veces tarda muy poco en no ser tan bueno, y a la hora negra de mi amigo le sucedió una coyuntura especial que nada tenía que ver con él, pero que le llegó de alguna manera.

Resulta que el año 2008, como una especie de boicot contra el Gobierno, pero sobre todo como efecto del contrabando hacia el Perú a causa de la diferencia de precios, comenzó a escasear el GLP en las ciudades de La Paz y El Alto de forma alarmante. Largas colas se formaban en las diversas esquinas de la ciudad, las protestas y los bloqueos eran la tónica diaria, y claro en un momento aún de mucha debilidad el Gobierno se dio modos de cambiar la figura y mejorar los sistemas de distribución de las garrafas y acudió para esta misión al hombre fuerte del aún segundo hombre del MAS, Santos Ramírez, y le dio a Ramiro Aruquipa, el Súper de la Intendencia a que genere una idea para luchar contra la escasez de las garrafas.

No sé si le costó mucho generar la idea, pero no se le ocurrió mejor cosa que salir a vender garrafas, él en persona y todo el personal de la Súper por turnos, subidos a los camiones a cumplir los recorridos, sin permitir que los choferes desvíen la ruta y les den sus garrafas a los especuladores.

El personal empezó a sufrir y cuando los ingenieros y los petroleros se volvieron vendedores, cundió la protesta, pero a perder el trabajo bien valía el sacrificio, sin embargo para mi amigo Erick, que levantarse a las 6:30 para trabajar era un suplicio, levantarse a las 2:00 am para ir a vender garrafas, muerto de frío era algo incapaz de tolerar, su carácter no se hizo esperar, y así como al uno se le ocurrió una idea simple y barata, lo mismo le pasó a mi amigo, y su mejor opción fue hacerse caer una garrafa sobre el pie para partírselo por la mitad y que la emergencia médica no le permita seguir sacrificando su sueño.

Le fue mal, destrozó su pie y no hubo modo de arreglar huesitos tan pequeños, nunca más pudo caminar normalmente, cojeará el resto de su vida, y aunque no tuvo que madrugar nunca más estoy seguro que se arrepentirá toda su vida.

Hace una semana me enteré que el Gobierno Municipal de la ciudad de Oruro está tratando de adornar las plazas y otros centros ornamentales con césped sintético. Es verdad que Oruro como centro mismo de nuestro extenso altiplano, no presenta un clima ideal para darle verdor y muestra botánica en su espacio. Las autoridades pretextaron esta nueva forma de sentar verdor con el hecho del clima, de que no hay agua cerca para el riego, que el cuidado, que los ciudadanos no cuidan etc., etc., etc.

Sin embargo en todas estas razones hallo la flojera y comodidad de mi amigo para no trabajar debidamente, o también para que a la hora de la hora, y cuando se trata de buscar las soluciones debidas, hallamos la idea más simple, la más fácil, pero sobre todo, la que una vez implementada, no nos demande mayor trabajo para su sostenimiento o mantenimiento.

Los israelíes plantaron manzanas y piñas sobre la roca, los japoneses tienen granjas flotantes sobre el mar, los nepaleses cultivan frutos a 6.500 metros sobre el nivel del mar, los islandeses tienen las frutillas más grandes del mundo con temperaturas por debajo de los 10 grados durante 9 meses al año, y así muchas naciones han demostrado que con ganas y trabajo se pueden realizar verdaderas proezas en la agricultura, y la botánica.

Plantar pasto en una plaza no es una proeza, pero que esté verde, hermoso, bien cuidado, bien regado, que sea un verdadero placer para la vista, es un trabajo enorme.

Señores de la dirección de parques de Oruro, no busquen lo fácil, no les dará resultado, lo sintético se verá frío y osco, sin vida y no les dará a los niños el espacio que necesitan; trabajen duro, busquen las soluciones a los pretextos y traten de averiguar cómo La Paz, una ciudad que no tenía nada verde y que tiene casi el mismo clima de Oruro, pasó a ser una ciudad jardín, con parques y paseos hermosos que le dieron una nueva vista para el disfrute de los ciudadanos.

(*)Es paceño, stronguista y liberal