Juan Domingo Perón y el cómo construir un populismo eficiente
14 feb 2016
Adhemar Ávalos Ortiz
Existen figuras importantes, no por su cara o cuerpo, sino por su personalidad. Juan Domingo Perón representó medio siglo de poder, un argentino de cualidades mediáticas y políticas considerables, aunque siendo un representante de la ideología fascista de Mussolini, supo construir un país industrializado, el que era una miseria en Latinoamérica. Nació en 1895 en Buenos Aires. Fue un hombre de raigambre italiana, escocesa y vasca, lo que lo hizo único. Desde su niñez se dedicó al deporte y se atrevió especialmente a la esgrima y a la equitación, era un deportista redomado.
En 1941 se afilió a una sociedad fascista, hecho que le permitió en 1943 acceder al puesto de Presidente del Departamento Nacional del Trabajo, una entidad moribunda a cargo de terratenientes. Los trabajadores recibían sueldos miserables, los que caían en la subsistencia más vil. Eran miserables arrimados a situaciones de extrema pobreza. En el momento en que Perón asumió su cargo, de funcionario estatal, convocó a un líder sindical para preguntarle sus propuestas ¡Las hizo posibles! Tenía un carácter noble, una personalidad agradable. Se enfrentó a los gremios empresariales y se hizo líder cuando acudió a un bar de su ciudad y bebió vino con gente de la minoría, y "lo adoraron los pobres".
¿Cómo realizó obras para los trabajadores? Lo que no hace Evo Morales en Bolivia: salarios más altos, amplio programa de seguridad social y viviendas baratas. Cuando lo criticaron, Perón dijo: "Mis enemigos me acusan de enredarme con faldas, ¿Qué esperan que haga? ¿Qué me enrede con hombres?" Tenía una personalidad lozana y pasó por muchos cargos públicos, pero, ante su gran popularidad, lo obligaron a dimitir de sus tres cargos en 1945, después de la conclusión de la Guerra en Europa, había cumplido 50 años. Los obreros se organizaron y realizaron una huelga general y relució la personalidad de Evita, la compañera de su vida, la que llamó a las masas de trabajadores a la lucha por su marido. Ahí, los obreros se quitaron la camisa, para pasar a denominarse como "descamisados", un hecho histórico profundo. La trascendencia de Perón siguió por muchas décadas, hasta los años setentas, su aura continúa hoy en el kirchnerismo.
Juan Domingo Perón hizo posible una manera de gobernar con el pueblo, estructuró un populismo no de Mussolini, sino propio, recreó un país industrial, hizo una Argentina creíble y la lanzó al Primer Mundo, aunque con sus lógicas deficiencias. Eva le ayudó y su muerte definió su futuro. Ella pudo haberle dado el signo de la Patria futura. ¿Y por qué tenemos que hablar de Perón en un contexto boliviano? Porque es necesario en nuestro país sometido a una dictadura perversa, donde rige la maldad. No es necesario hablar con puntos y comas ¡Es peligroso! Simplemente resulta claro decir que en Bolivia no existe libertad de pensamiento y expresión. Las instituciones sirven al poder podrido.
Se habla de populismo, de socialismo comunitario, entes que representan la barbarie. Que sirva para ratificar un pensamiento nuevo, algo eficiente. Perón demostró que se puede construir con eficiencia.
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