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En las últimas semanas un hecho insólito preocupa a todos los bolivianos, y especialmente a todos los orureños. La desaparición del lago Poopó es un evento que no halla solución, ni culpables, y en realidad no se cuenta con criterios suficientemente objetivos para enfrentar este problema.
Por todos es conocido que los recursos naturales, como bosques, lagos y los mismos atributos ambientales, como la calidad de aire y la calidad de agua, producen bienes y servicios muy importantes para todo el mundo. Por otro lado, sabemos también que el equilibrio de estos flujos de bienes y servicios puede ser afectado de manera significativa por cualquier proyecto de inversión, polÃtica de desarrollo u otro tipo de eventos; y por lo tanto, lo impactos generados sobre el medio ambiente se traducirán en cambios en el bienestar de la sociedad en forma de costos y beneficios económicos, y no sólo fÃsico-quÃmicos.
Se debe apuntar además, que el medio ambiente es un bien, que debido a las fallas de mercado en la mayorÃa de los casos, no cuenta con precios de mercado que reflejen su verdadero valor; este hecho trae como consecuencia la generación de una ineficiencia económica. Estos bienes son llamados "Bienes no Mercadeables", y generalmente son de gran interés en el análisis y diseño de polÃticas ambientales y sociales, por lo que es necesario encontrar un valor al uso de los recursos naturales y ambientales.
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Un argumento importante para valorar los bienes ambientales al existir fallas de mercado que se deben corregir, es que estas ocasionan asignaciones deficientes de los mismos, lo cual puede conducir a una deficiente conservación. Al no contar con una cuantificación de los daños y su correspondiente valoración económica, no contamos con un argumento sólido y objetivo para exigir compensaciones o una remediación de los daños causados. En otras palabras, si se trata de la provisión de bienes públicos (Ejm. agua potable), esta será ineficiente dadas las fallas de mercado; y si se trata de la relación de daños causados por contaminación que traen consigo pérdidas significativas en el bienestar social ya sea por deterioro o por carencia de los recursos naturales y ambientales, ésta no podrá ser corregida si no se cuenta con la cuantificación en la pérdida de bienestar de la sociedad.
Para lograr este objetivo, se deben identificar las preferencias de los individuos de una región (para nuestro caso Oruro), con respecto a la opción de evitar la degradación y/o contaminación de los bienes ambientales; y en este caso especÃfico, por la desaparición misma del lago Poopó, a través del cálculo de la Disponibilidad a Pagar que permitirá cuantificar el valor económico que la ciudadanÃa otorga a un bien ambiental.
En el presente artÃculo se aproximará el Valor Económico del Lago Poopó, como representación de la pérdida en el Bienestar de los orureños por la desaparición del mismo, o la probable remediación del daño causado. Para realizar este ejercicio se tomará en cuenta un estudio sobre la Valoración Económica del Humedal de Chusaqueri que es un punto de tránsito y recarga al lago, el cual fue amenazado por una explotación minera, poniendo en riesgo la provisión de bienes ambientales y naturales que el mismo proveÃa. Dicho estudio fue realizado el año 2007, en coordinación con la Universidad Técnica de Oruro y una consultora, para la Gobernación de Oruro, el lugar se encuentra muy cerca de la ciudad de Oruro en la región de Iroco. Sin embargo se debe aclarar que: dado que se tomará como referencia un estudio de un lugar cercano al lago, con caracterÃsticas similares en menor escala; y dado que dicho estudio no abordó una metodologÃa integral que calculó el Valor Económico Total del bien ambiental, el resultado de dicha aproximación será una subvaloración del valor verdadero del lago Poopó, con sus correspondientes limitaciones.
La metodologÃa del estudio mencionado, comprendÃa un diagnóstico detallado de los factores ambientales, socioeconómicos, ecológicos y culturales del área de estudio. Posteriormente, esta información fue utilizada para identificar los bienes y servicios ambientales del área considerando alternativas de usos presentes y futuros, construyendo y sistematizando información estadÃstica que permitió estimar una Función de Disponibilidad a Pagar por los bienes ambientales del área de estudio, a través de una metodologÃa de Valoración Económica, denominada "Valoración Contingente".
Es importante en forma muy resumida, constatar las similitudes y diferencias entre uno y otro ecosistema para poder compararlos y estar seguros de que el valor económico de uno de ellos se puede utilizar para aproximar el valor del otro (el lago Poopó).
El Humedal Chusaqueri es considerado como un bofedal, que pertenece al sistema endorreico del rÃo Desaguadero, entre el lago Poopó y lago Titicaca. Como bofedal presta y produce un sin fin de servicios y bienes ambientales, y desde el punto de vista ecológico, es un ecosistema intermedio entre los terrestres y los acuáticos o una transición de los mismos. Estos ecosistemas son también llamados "ecotonos", donde se encuentran especies tÃpicas tanto de ecosistemas terrestres, como acuáticos.
Dicho humedal permite el encuentro de especies, incluso endémicas, y no sólo provee servicios y flujos ambientales a las comunidades rÃo abajo y al lago Poopó, sino también, es útil como área de descanso, recreación y esparcimiento para la población urbana, especialmente. El humedal mencionado, asà como los lagos Poopó y Uru Uru, son considerados sitios Ramsar; declarados asà por un convenio de 1970, y sirven de hábitat a una gran diversidad de mamÃferos, reptiles, moluscos e insectos, como también a distintos tipos de aves migratorias (patos, flamencos, parihuanas), que se constituyen en especies endémicas o propias del departamento de Oruro.
En consecuencia, se puede afirmar que estos ecosistemas son complementarios en algunos casos y muy similares en otros. A continuación, se mencionan caracterÃsticas similares para los dos ecosistemas.
En los dos casos, los ecosistemas se caracterizan por:
� Sirven como soporte de vida para especies endémicas.
Â? Almacenan grandes volúmenes de agua, aportando a los acuÃferos y regulando de manera temporal las corrientes superficiales de agua.
� Tanto el humedal como el lago, previenen inundaciones y contribuyen a la formación de cierto tipo de microclima.
� La actividad económica de la pesca, beneficia a los pobladores de las ciudades intermedias en las provincias.
� Proveen un escenario recreativo y educativo, asà como el embellecimiento del paisaje.
� Los dos ecosistemas fueron contaminados durante años, especialmente con contaminantes mineros y antrópicos en general.
También podemos mencionar algunas diferencias de importancia:
� El tamaño de los ecosistemas es diametralmente diferente. La zona de Iroco-Chusaqueri, es una unidad fisiográfica que alcanza a 12 km de largo y 6 km de ancho. En cambio el lago Poopó tiene aproximadamente 84 km de largo y 55 de ancho; unas nueve veces más grande.
� En el estudio de valoración del humedal Chusaqueri, se toma en cuenta como población afectada a la ciudad el Oruro, en cambio, el evento de desaparición del lago afecta por lo menos a todo el departamento.
� Por el tamaño o superficies de los ecosistemas, el lago Poopó alberga especies en mayor número, y la actividad pesquera también es mayor.
Como apunté al respecto de la Valoración Económica Ambiental debemos dar a conocer brevemente parte de la teorÃa del valor. En este campo de estudio se reconocen en general valores de uso directo y valores de uso indirecto. Los primeros se refieren a la disponibilidad que tienen las personas a pagar por el uso directo de bienes y servicios para la satisfacción de una necesidad asociada al consumo de los mismos; en cambio, la segunda clasificación, incluye el valor que se le asigna a los servicios ambientales que son generados por el funcionamiento de los ecosistemas. Entonces, se le puede asignar un valor a los recursos de los ecosistemas, por los servicios que prestan, sin que estos sean tranzados en el mercado. Asimismo, se les puede asignar un valor de opción, que es un valor en el presente y además un valor futuro, dado que estos ecosistemas deben subsistir en el tiempo. Por último, también se puede asignar a los bienes ambientales, un valor de no uso, que se refiere a la disponibilidad a pagar de los individuos por un bien o servicio, por el sólo hecho de su existencia, aunque no lo usen.
Es asà que utilizando la metodologÃa de Valoración Contingente; que es mundialmente aceptada, a través del planteamiento de un escenario hipotético de valoración y con la aplicación de una encuesta en la ciudad de Oruro, se calculó el valor del bien ambiental.
El resultado del estudio reportó una Disponibilidad a Pagar de 26 bolivianos mensuales, que representa el valor que los ciudadanos de Oruro le asignan a la conservación y recuperación del Humedal. En el estudio mencionado se agregaron los beneficios mensuales o Disponibilidad a pagar de un individuo, para obtener esta cifra para un año y tomando en cuenta a toda la población de la ciudad.
Como en el caso del lago Poopó la población afectada es por lo menos la del departamento de Oruro, la cifra alcanza a los 154.183.536 (154 millones de bolivianos).
Sin embargo, todavÃa la cifra debe ser ajustada, en vista de que la pérdida del lago Poopó o la conservación del mismo debÃa dotar de flujos ambientales a las futuras generaciones, por lo que utilizando la tasa social de descuento (12,97%) se actualiza este valor a un tiempo de por lo menos 30 años, con lo que se obtiene el valor de 5.568.721.296 (cinco mil millones y medio de bolivianos). Dado que el enfoque de estos estudios es antropocéntrico, el hecho de tomar en cuenta toda la población de Oruro, no sólo ajusta el valor de acuerdo a la población afectada, sino también, el mismo tamaño o superficie del lago Poopó, respecto al humedal.
La cifra calculada en el presente artÃculo es apenas una aproximación al lÃmite inferior del Valor Económico Total del lago Poopó. Sin embargo, puede servir de referencia para poder conocer el valor de la pérdida de dicho bien ambiental, el segundo lago de Bolivia.
Sin duda, si pensamos en remediar o recuperar nuevamente este recurso ambiental de todos los orureños y bolivianos, la inversión alcanzarÃa a la cifra mencionada, que significa el Presupuesto Anual de la ciudad de Oruro, de por lo menos 10 años, como aporte mÃnimo para remediar este daño irreparable.