Sábado 13 de febrero de 2016
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Las pulgas son insectos de la familia de los sifonápteros, lo cual quiere decir que por boca tienen un tubo (o sifón), que clavan en la piel para chupar sangre.
Estos poderosísimos vampiros en miniatura son la cosa viva conocida que más lejos puede saltar en relación con su tamaño. Además, su cuerpo duro y cubierto de espinas en reversa, permite alcanzar grandes velocidades entre el pelaje de sus víctimas, entre estas los perros, gatos y humanos de dudosa higiene.
Las aman las comodidades de una casa segura, comida abundante, y espacio para procrear. Sin embargo, para la víctima el costo de su ataque es alto. Cuando la pulga clava su aguijón para darse un sangriento banquete, también inyecta su saliva ya que esta contiene sustancias descoagulantes.
Cuando las pulgas se alimentan, la piel termina irritada en el área donde se alimentó, esto provoca picor. Así que el primer síntoma es que el animal se rasca constantemente. Si su gato se rasca con intensidad en una misma zona, es probable que sea porque tiene pulgas.
Fuente: mundogatos.com