Viernes 12 de febrero de 2016
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Al iniciar cuarenta d铆as antes de la muerte del Hijo de Dios en la cruz por nuestra salvaci贸n, Jes煤s nos invita a meditar sobre la misi贸n de cristianos, comenzando por hacer una reflexi贸n sobre el transcurrir de la cotidianidad en que nos desenvolvemos en busca de reafirmar nuestra fe en Dios.
En esta Cuaresma debe aumentar nuestra fe para que podamos tambi茅n difundir el mensaje de la misericordia de Dios, trabajando por el bien com煤n para que vivamos en la unidad y en la solidaridad que el Supremo Hacedor quiere para todos sus hijos.
Son cuarenta d铆as que tenemos para vivirlos de tal manera, que unidos en las ense帽anzas de Cristo demos frutos de perseverancia en el obrar bien, dirigiendo nuestros pasos por el camino de la paz, del amor, la fraternidad, pero llevando ante todo y sobre todo una fe inquebrantable que nos haga fuertes para enfrentar ego铆smos, discordias, envidias de modo que podamos vivir en la unidad y solidaridad que Dios quiere para todos sus hijos.
El Papa Francisco durante su visita dej贸 mensajes profundos para entender la grandeza de la fe y el amor, un amor activo que toma en serio la realidad de la vida, un amor que sana, perdona, levanta y cura; es un amor que se acerca y devuelve dignidad, una dignidad que la podemos perder de muchas maneras y formas, pero Jes煤s es un empecinado de esto: Dio su vida para devolvernos la identidad perdida, para revestirnos con toda su fuerza de dignidad, para liberarnos y hacernos fuertes, asegur贸 el Sumo Pont铆fice en una exhortaci贸n para fortalecer nuestras creencias en un Ser Supremo que perdona y bendice a todos sus hijos.
Fuente: LA PATRIA
