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Sábado 17 de abril de 2010

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3 Cerebros e Inteligencia Emocional

17 abr 2010

Fuente: LA PATRIA

Por: El Alquimista

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Muy pocas personas saben que el ser humano es una criatura tricerebrada, es decir, que posee tres cerebros, o centros de control y operación de sus sistemas de vida. En el plano físico encontramos un sólo cerebro, la masa encefálica ubicada en la cabeza, donde se desarrollan todos los procesos mentales, razonativos y que rige el sistema nervioso con todas sus facultades sensoriales e intelectuales. En el plano etérico o vital, es decir a nivel energético poseemos los otros dos cerebros: el cerebro emocional y el cerebro motor-instintivo-sexual; ambos totalmente conectados al cerebro físico, utilizando ciertas áreas del mismo para realizar sus procesos. Estos dos centros de control y procesamiento ya no tienen su contraparte física, pero a nivel energético funcionan de la misma manera que funciona el cerebro físico, estando interconectados los tres cerebros, coordinando el proceso de la vida en todas sus facetas.

El cerebro emocional está ubicado a nivel del plexo solar, y el cerebro motor-instintivo-sexual en tres zonas de la columna vertebral.

El cerebro Motor-Instintivo-Sexual es el que rige en forma totalmente automática todos los procesos metabólico-biológicos de todos los sistemas de nuestro cuerpo. Es la inteligencia de vida que está detrás de cada latido de nuestro corazón, de cada secreción de hormonas en nuestro sistema endocrino, de la producción de defensas en nuestro sistema inmunológico, etc. Es el que opera nuestras reacciones instintivas, motoras y sexuales, realizando toda esta labor tan importante para el mantenimiento de la vida en nuestro organismo, sin que nosotros nos demos cuenta y sin que tengamos que estar pendientes; por ejemplo, no necesitamos pensar para que el corazón lata y la sangre fluya llevando la vida por todo nuestro universo interior. Esto se puede realizar de esta manera tan sabia y perfecta, debido a que la inteligencia del Espíritu Santo, que está incorporada en este cerebro, es la responsable para que este maravilloso centro controle todos los procesos vitales en forma automática, sin que prácticamente intervengamos nosotros, en forma alguna, por el contrario, muchas veces interferimos y bloqueamos varios procesos con nuestra inadecuada manera de pensar o de sentir, con nuestras reacciones inconscientes ante los eventos de la vida, enfermándonos.

El cerebro emocional es el responsable de todos nuestros procesos relacionados con los sentimientos, emociones, pasiones, temores, traumas, complejos, fobias, sufrimientos, susceptibilidades, resentimientos, etc. Es en el cerebro emocional donde debemos desarrollar lo que se llama la “Inteligencia Emocional”, que lastimosamente muy pocas personas poseen en un grado adecuado. Es nuestro deber cultivar la inteligencia emocional en forma consciente y equilibrada para poder operar, desarrollar y direccionar todos nuestros procesos de tipo emocional, descritos líneas arriba y aprender a vivir en equilibrio, en paz y en armonía interior; en perfecto relacionamiento consciente con lo externo a nosotros. En otras palabras desarrollar el arte de vivir, siempre armónicos, dueños de nosotros mismos, felices, libres y en plenitud.

Para desarrollar la inteligencia emocional es necesario conocernos profundamente a nosotros mismos a nivel energético emocional, descubrir que somos muchos en uno, que tenemos infinidad de agregados psicológicos, que se manifiestan de instante en instante, activados por las circunstancias de la vida, por los eventos externos y los estados interiores y que nos hacen reaccionar en forma inconsciente y descontrolada. Debemos aprender a descubrir con claridad los estados de ánimo que estamos experimentando de momento en momento y determinar qué aspecto de nuestra psiquis está por detrás como causa, para conocer ese programa inconsciente que hemos desarrollado en el pasado y corregirlo o borrarlo, para que no se manifieste más de esa manera.

Para desarrollar la inteligencia emocional necesitamos conectarnos con la conciencia o espíritu residente en nosotros, quien será el maestro interno que nos guiará para desarrollar una inteligencia emocional real y completa. Es necesario encontrarnos con el Cristo Íntimo en las profundidades de nuestro templo corazón, para que sea Él quien nos ayude a desarrollarnos plenamente, no sólo a nivel emocional o espiritual, sino también en todas las esferas de manifestación que poseemos.

En conclusión; el desarrollo de la inteligencia emocional depende del desarrollo espiritual, del nivel de SER que logremos y esto está en relación directa con la manifestación de las virtudes crísticas en nosotros. En otras palabras depende de cómo aplicamos las enseñanzas reales del Maestro de Maestros en nuestras vidas prácticas, recordando siempre lo que Él nos afirma:”Yo Soy el Camino, La Verdad y la Vida”.

Fuente: LA PATRIA
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