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Susceptibilidad de traición entre criollos y europeos fue el detonador de la rebelión
08 feb 2016
Fuente: LA PATRIA
Por: Alex Zambrana Vásquez - Periodista
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Fueron varios los motivos para que se desate la rebelión del 10 de Febrero de 1781, entre ellos el conflicto económico, las rivalidades polÃticas entre el partido peninsular y el partido criollo, el desprecio de casta, los problemas en las milicias, descontento popular, pero sin duda el detonador principal fue el temor mutuo entre criollos y europeos de que se produzca una traición aprovechando la entrada de los indios.
Según Fernando CajÃas de la Vega, en su libro "Oruro 1781: Sublevación de Indios y Rebelión Criolla" la sublevación indÃgena se originó por la desconfianza de ser eliminados por los europeos, esta suspicacia fue descrita por Bardel, abogado defensor de los criollos, de la siguiente manera:
"Por lo mismo, procuraron que la CompañÃa de negros estuviese prevenida de armas, separada en el cuartel de las otras y al cargo solo de don Francisco Santelices, europeo que habrÃa provocado e irritado el ánimo de los criollos, no dejaron estos de traslucir aquellas desconfianzas de los europeos, llegando a oÃr y sentir las amenazas de muerte que les hacÃa Santelices y BullaÃn, cajero de Urrutia, y otros europeos inconsiderados como estos".
"La plebe y cholos se veÃan en el cuartel sin armas, pues las tenÃan los negros esclavos del comando de Santelices; cada uno de estos tenÃa su cuchillo y rodela, veÃan los acuartelados que se mandaban a hacer cartuchos de pólvora y bala, que se remitÃan a la casa o fuerte de los europeos.
Crecen por instantes las sospechas y se comunican hasta las mujeres y la Ãnfima plebe que levantan el grito, dan sus quejas al corregidor, determinantemente como Santelices y BullaÃn; pero el tal corregidor nada ejecuta".
En consecuencia, todo empezó el 9 de febrero, cuando mujeres y parientes de los acuartelados cercaron el cuartel exclamando que los europeos preparaban una traición, de esta manera alborotando a los soldados. Entre tanto, para los europeos todo era un plan bien armado para iniciar su sublevación, ya que no era una acción espontánea, sino preparada por Jacinto RodrÃguez.
Los europeos estaban convencidos de esto y no dejaron de señalar pruebas para demostrar la verdad de sus deducciones es asà que indican que el principal promotor de la versión fue Fray Josef de EchevarrÃa, predicador jubilado de la Merced, quien declaró en 1784, que las elecciones disgustaron a los RodrÃguez, y a consecuencia de esto el corregidor Ramón Urrutia, expresó que para quitar estos inconvenientes deberÃa ahorcarlos.
Eso dio lugar a que Jacinto RodrÃguez comunique a Sebastián Pagador que el corregidor querÃa ahorcarlo y a los otros corregidores con el objetivo de que se propague inquietar los ánimos.
Con la misma versión las mujeres fueron un factor importante para el crecimiento del rumor, casualmente este movimiento fue encabezado por la hija de Sebastián Pagador, quienes fueron las más visibles la noche del 9 de febrero para propagar el rumor e incentivar la sublevación en los milicianos contra los europeos, en esta ocasión Pagador exclamó su proclama.
La versión principal de los criollos se manifiesta en la carta que envió el Cabildo de Oruro a la Audiencia de Charcas el 2 de marzo de ese año (1781) según ellos indicaron: "Corrió repentinamente un susurro entre la gente plebeya y acuartelada de que se les habÃa prevenido por los europeos la traición de matarlos en las oficinas donde dormÃan cerrados, y ningún europeo con ellos, para cuyo efecto se les habÃa exigido las pocas armas pertenecientes al público y se habÃa duplicado las de los negros",
argumentaron.
Al amanecer del 10 de febrero, todos los milicianos de las diferentes compañÃas abandonaron los cuarteles y fueron a hacer conocer su queja a sus comandantes como al corregidor, mientras que sus familiares y algunos soldados se constituyeron en la Plaza y ahà se mantuvieron temerosos de la traición de Santelices, finalmente varios de los soldados fueron donde Jacinto RodrÃguez, como su teniente coronel, al cual le presentaron su queja, y pese a que se comprometió a dirigirse con el corregidor, esto no sucedió.
Fuente: LA PATRIA
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