Rompevientos vegetales

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Por: Carlos

Alfonso Ugarte Tapia

Ingeniero agrónomo

carlosugartetapia@gmail.com

Los rompevientos vegetales son cortinas hechas con árboles y/o arbustos. Estos muros vegetales no sólo contribuyen a proteger las casas y al confort de los hombres y los animales, sino que también la sequedad de los campos y controlan el peligro de la erosión, además en las zonas frías constituyen la mejor defensa contra las nevadas.

Debido a que las coníferas, tales como el pino y el cedro, son difíciles de fijar y lentas en el crecimiento, en los cinturones de protección se emplean generalmente árboles y arbustos de follaje perecedero. Ofrecen ramas y ramitas desnudas a los vientos invernales. Puede parecernos una protección insignificante y, sin embargo, las ramitas desmenuzan el soplo poderoso del viento en pequeñas y confusas corrientes.

El ganado protegido por una buena arboleda se cría mucho mejor que aquel que carece de protección contra el viento. En este último caso, por otra parte, los animales requieren más alimentación para mantener el calor.

Como elemento preventivo de la erosión la muralla de árboles, desempeña un papel fundamental y ejerce influencia favorable en el volumen de las cosechas, aparte de que éstas de hallan protegidas en el caso de que se desate una tormenta.

Ya sea en el campo o en la ciudad debe dársele preponderante importancia a la plantación de estas cortinas rompevientos; plantar cercos perimetrales, defensivos de los vientos dominantes, tormentas y heladas.

Las siguientes reglas contribuirán al cuidado de las cortinas rompevientos:

- Que los árboles sean de una especie que se adapte debidamente a la región.

- Que estén defendidos contra los animales dañinos u otras causas que puedan perjudicarlos.