Lo que el Carnaval dejó

Sin ánimo de mostrar al Carnaval de Oruro, Obra Maestra del Patrimonio Oral e Intangible de la Humanidad, como algo negativo, podemos decir que es una fiesta, quizás como cualquier actividad organizada por el ser humano, que deja bastante contaminación a su paso.

Veamos los hechos. Cuando existe una gran aglomeración de personas, como en el Carnaval de Oruro, éstas botan basura por doquier, y lo peor es que gran porcentaje de esos desechos son envases plásticos de toda clase que, por su composición química, no son fácilmente biodegradables; a menos que este tipo de material se reutilice, simplemente es un elemento altamente contaminante.

Otro factor, es el desperdicio de agua que, pese a las ordenanzas municipales, cada año se infringe la norma y se continúa el juego con este líquido elemental, aunque en los años más recientes se ha comenzado a sustituir este elemento con espuma envasada, que no deja de ser dañina, tanto para la salud de la gente como la del medio ambiente.

No olvidemos que algo que causa gran polémica entre los ambientalistas es el uso de pieles, plumas y otras partes de los cuerpos de los animales para los atuendos que se lucen los días del Carnaval, es decir el Sábado de Peregrinación y el Domingo de Corso, ya que se cree que al haber demanda de estos, se matan animales para venderlos enteros o por partes, y con ellos vestir a los danzarines. Esto sin embargo está en tela de juicio, porque quienes de verdad depredan la fauna altiplánica son los cazadores furtivos y las leyes deberían sancionarlos al igual que se busca sancionar a los usuarios de la vestimenta o accesorios que se fabrican en base a los mencionados elementos.

En la presente gestión, los ambientalistas no se dedicaron al riguroso control que hicieron en años anteriores, tratándose de los accesorios, instrumentos o vestimenta de los danzarines; pero muy aparte de esa fiscalización, los artesanos deben tomar en cuenta al momento de elaborarlos que pueden usar materiales sintéticos que sustituyan a los animales y no reciban lo que los depredadores les proveen.

Quienes están llamadas al control de todos estos aspectos que tienen que ver con el cuidado del medio ambiente son las autoridades y sus brazos operativos, para evitar que una fiesta de tanta majestuosidad y trascendencia, se vea empañada por el daño que se causa a nuestro hábitat, además se debe trabajar el año entero en la concienciación y educación de las personas para evitar esas actitudes nocivas.

Fuente: LA PATRIA