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Sábado 06 de febrero de 2016

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Revista Tu Espacio

PEDIATRÍA

Náuseas y vómitos del embarazo

06 feb 2016

Dr. Cristian Hoyos Velasco - Exclusivo para Tu espacio

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Durante el primer trimestre del embarazo, muchas mujeres experimentan episodios de náuseas y vómitos, conocidos como "náuseas del embarazo" o "vómitos matutinos".

A pesar de la segunda expresión, las náuseas y los vómitos pueden ocurrir en cualquier momento del día o de la noche. Suelen iniciarse alrededor de la sexta semana de embarazo, alcanzan su máxima expresión en torno a la novena semana y desparecen entre las semanas 16 y 18. Aunque resulten molestas, las náuseas del embarazo se consideran una parte normal de un embarazo sano.

Pero lo que no es normal es cuando las náuseas del embarazo son tan frecuentes e intensas que la mujer vomita de forma persistente varias veces al día, pierde peso y se deshidrata o corre el riesgo de deshidratarse, estado patológico conocido como hiperémesis gravídica.

La causa no se conoce a ciencia cierta, pero se asocia con varios factores de riesgo como embarazos múltiples, embarazadas primerizas, dieta alta en grasas. Según investigaciones recientes, el riesgo de padecer la enfermedad se multiplica cinco veces por cada 15 gramos adicionales de grasa saturada que consumas. No se trata de un mal psicológico, pero la hiperémesis gravídica puede empeorar como consecuencia del estrés y ansiedad durante el embarazo. Altos niveles de la hormona gonadotropina coriónica (hCG por sus siglas en inglés), que suelen dispararse durante las primeras semanas de embarazo. Niveles elevados de tiroxina, la hormona segregada por la glándula tiroidea. La bacteria helicobacter pylori (en el estómago). Según investigaciones recientes, un 90% de las mujeres que sufren hiperémesis gravídica también están infectadas con la bacteria.

A las náuseas y vómitos se suma la repulsión a la comida, pérdida de peso, palidez, presión arterial baja, ritmo cardiaco acelerado.

El tratamiento es "sintomático" pues como hemos dicho no es bien conocida la causa. La dieta progresiva fraccionada es de rigor. Los semisólidos son de elección: licuados, puré, helados, arroz, maicena, gelatina etc. Cuando la intensidad del cuadro lo requiere se administrarán en internación generalmente líquidos, sales, glucosa, minerales e incluso aminoácidos por vía endovenosa.

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