Sábado 06 de febrero de 2016
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A diferencia de lo que sucede el Sábado de Peregrinación del Carnaval de Oruro, Obra Maestra del Patrimonio Oral
e Intangible de la Humanidad, el domingo de Corso suele ser
más distendido, pues se constituye en una jornada en la que los danzarines de cada conjunto, dan rienda suelta a toda su
alegrÃa.
Esto no significa que el dÃa sábado sea triste, pues los danzarines también dan todo de sà para honrar a la Virgen del Socavón, pero a diferencia de la Peregrinación, el domingo ya no tiene una motivación religiosa y se transforma propiamente en un Carnaval.
Es en esta jornada en la que danzarines y el público que se asienta en las graderÃas, dejan de lado la solemnidad y se funden en una fiesta de danza, música y sobre todo mucha alegrÃa.
Los danzarines ch´allan sus trajes, los adornan con mixtura, serpentina y globos; en algunas danzas como la diablada, morenada y otras en las que se ingresa con máscaras o caretas, los miembros del conjunto deciden dejarlas de lado o llevarlas en la mano para interrelacionarse mejor con la multitud abarrotada en las gradas.
Fuente: LA PATRIA
