Kantus refleja el espíritu de los andes bolivianos

¿Fotos en alta resolución?, cámbiate a Premium...

La danza del Kantus, por su melodía característica del ande boliviano, se podría deducir que es de carácter ceremonial, ligada por algunos investigadores a las actividades rituales que cumplían los kallawayas, identificando sus melodías como una especie de musicoterapia.

En el Carnaval de Oruro, Obra Maestra del Patrimonio Oral e Intangible de la Humanidad, la danza es revivida gracias al Centro Cultural Autóctono Sartañani Wasuru Qhananpi (levantémonos con la luz del ayer), bajo el denominativo de "Conjunto Autóctono Kantus Sartañani", fundado el 12 de Abril de 1985, en este tiempo, los jóvenes se inclinaron por seguir esta danza y gracias al apoyo que recibió se integró a la Asociación de Conjuntos del Folklore de Oruro (ACFO) en 1988, siendo incluida en el Patrimonio.

Danza y música tienen orígenes en el occidente de Bolivia específicamente en el departamento de La Paz, en la región de Charazani, provincia Bautista Saavedra, este grupo es característico por utilizar grandes bombos llamados futuwancaras y los frágiles sicus que glorifican la interpretación del kantu.

cónica.

DANZA

La danza tiene un desplazamiento en pareja, respetando la concepción de la dualidad complementaria, el "chacha-warmi" (hombre-mujer), es decir que los danzarines son personas casadas, los solteros bailan sin pareja alrededor del conjunto de músicos, según las creencias en busca de su futura pareja sentimental.

"Son movimientos zigzagueantes, como si fueran olas humanas, asemejando el movimiento del katari que es la víbora o serpiente. Cuando es de pareja, ambas se tratan de mirar, porque de alguna manera el kantu también acompañaba el casamiento, baile particular que asemeja el enamoramiento de una pareja", explicó la autoridad mayor del Centro Sartañani, Emilio Achocalla.

La música consta de dos partes y ocho compases, manteniendo el tradicional remate y la cadencia de este ritmo, que se baila respetando la tradicionalidad ancestral.

Esta música en otrora, en la región del altiplano boliviano, era utilizada en la ceremonia del matrimonio, rescatando esta costumbre en algunos lugares de La Paz, Oruro y Potosí.

Por asemejarse al movimiento que hacen las serpientes, las coreografías que cumplen los danzarines son denominadas como los pasos del katari, según explicó Achocalla, nada está escrito, únicamente las personas se dejan llevar por la música imitando este movimiento coqueto.

Pero si bien no existe ninguna normativa de cómo bailar, para participar en el Carnaval de Oruro, el Conjunto Autóctono Kantus Sartañani, prepara diferentes coreografías, donde las parejas igualan algunas figuras, únicamente los jóvenes solteros, conocidos como ñustas y whipaleros son los que se dejan llevar al ritmo, sin cumplir alguna coreografía, animando a los integrantes del grupo y al público que aprecia su paso.

"Los que son solteros, es más como un movimiento de rodeo por todo el conjunto, interactuando con los músicos, como con los otros danzarines, se mueven como si estuvieran a la busca de algo, a la larga pueden encontrar pareja y serán parte de la comunidad, respetando el chacha-warmi y bailarán juntos en un futuro", aseguró Achocalla.

"Son movimientos zigzagueantes, como si fueran olas humanas, asemejando el movimiento del katari que es la víbora o serpiente. Cuando es de pareja, ambas se tratan de mirar, porque de alguna manera el kantu también acompañaba el casamiento, baile particular que asemeja el enamoramiento de una pareja", explicó la autoridad mayor del Centro Sartañani, Emilio Achocalla.

Fuente: LA PATRIA