Phujllay: La victoria de los yamparas

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La danza del Phujllay (juego) representa la victoria en 1816 de los yamparas frente al Ejército Verde, integrado por soldados españoles, quienes cometían atrocidades en las regiones de Oropeza y Yamparaes del departamento de Chuquisaca.

La música del Phujllay en su inicio es pentatónica, es decir que tiene cinco notas, los instrumentos con los que originalmente se interpreta están diseñados para emitir únicamente esa estructura, como los "pinkillus", "waqra puku", "machu tuquru", "tokoro", espuelas y campanillas.

Según registros históricos, fueron cerca de 2 mil indios liderados por caciques, los que vencieron a los españoles, siendo el único sobreviviente un niño que tocaba el tambor de órdenes, jubiloso por la victoria los yamparas iniciaron su danza alrededor de este "pequeño", disfrazándose con la ropa de los españoles.

Esta danza guerrera de la victoria, es representada actualmente por dos agrupaciones, el Conjunto Folklórico y Cultural "Phujllay" Oruro y la recién afiliada a la Asociación de Conjuntos del Folklore de Oruro (ACFO), la Fraternidad Folklórica Artística y Cultural "Phujllay" Oruro en el Carnaval de Oruro, Obra Maestra del Patrimonio Oral e Intangible de la Humanidad.

Pero la presencia de la danza se cumple a partir de la creación del Conjunto Phujllay Oruro Rockett, que se fundó el 26 de septiembre de 1982, con el afán de enriquecer el Carnaval de Oruro, en sus inicios era integrado por trabajadores de la fábrica textil Rockett.

Pese a los más de 30 años de vigencia, mantienen la esencia de esa cultura, en su vestimenta, sus tradiciones, además de sus rituales que practican los folkloristas que participan año tras año en el Carnaval de Oruro, esencia que es respetada por ambos conjuntos.

DANZA

La danza del Phujllay, es una de las principales expresiones coreográficas de la región de Tarabuco, tiene el encanto del paisaje del Sur del país, pues el sonido de los instrumentos, hacen que el baile propio de la región Yamparaes, sea uno de las más destacados del Carnaval de Oruro.

Se baila en dos filas y forman círculos juguetones separados en dos secciones. Durante el paso de estos conjuntos se manifiesta cierta lentitud en el ritmo, consecuencia del peso de las ojotas, según explica el presidente del Conjunto Folklórico y Cultural "Phujllay" Oruro, Rafael Maldonado.

"Se baila cadenciosamente y marcialmente a la vez, no hay que olvidar que el Phujllay sale de una victoria militar, donde los indios se visten con ropaje español, incluso las estolas de los curas se utilizan al revés. Se avanza con paso cadenciosamente levantando las rodillas y hay una orden que se llama ´lloqu´e´ que significa izquierdo, para dar continuidad y van avanzando, además que existe el ´muyui´, vuelta o girar, entonces dan una vuelta alrededor y cambian de paso, que son los principales pasos de la danza".

Durante la entrada del Carnaval de Oruro, se puede ver la sincronía de todas las escuadras de danzarines, que se organizan por comunidades, para hacer elaboradas coreografías que inician con una simple señal, desplazándose de derecha a izquierda o viceversa, además retrocediendo, girando y avanzando juntos, como si fueran uno solo.

Lo que hace sorprendente las coreografías, es la cercanía de los danzarines entre sí, que por la utilización de ojotas de más de diez centímetros de altura, hacen peligroso su desplazamiento, a lo que se suman las espuelas metálicas, que en muchos casos hirieron a más de un danzarín.

También participan las ñustas que con una bandera blanca zigzaguean mostrando su simpatía, y los denominados "wipaleros", quienes le dan una característica más amena al recorrido gallardo de los phujllay.

PATRIMONIO

En noviembre del 2014, la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco) inscribió a la lista representativa de Patrimonio Cultural de la Humanidad al Phujllay y Ayarichi: música y danzas de la cultura Yampara de Chuquisaca.

El Phujllay y Ayarichi son formas musicales y coreográficas de la cultura Yampara que se complementan formando un todo. El Phujllay se practica en la época de lluvias y el Ayarichi en la temporada seca.

El Phujllay lo ejecutan principalmente hombres en el transcurso de un ritual del mismo nombre que celebra la renovación de la vida y la abundancia traída por la época de las lluvias. El Ayarichi se baila en fiestas dedicadas a los diferentes santos católicos que rigen el orden social y cósmico e influyen en la conservación de la vida.

Fuente: LA PATRIA