La llamerada: Danza ágil y de mucho coqueteo

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La llamerada fusiona la destreza y fuerza del llamero que arrea su ganado, con movimientos suaves y coquetos, haciendo de ésta una danza con un atractivo notable para quienes son espectadores del Carnaval de Oruro, Patrimonio Oral e Intangible de la Humanidad.

Esta danza, es una de las más antiguas del folklore boliviano. De origen aymara, su nombre original es "karwani" y expresa la vinculación entre el hombre andino y la llama.

En el Catálogo de las Manifestaciones del Patrimonio Inmaterial del Carnaval de Oruro", documento fundamental para la declaratoria como Obra Maestra, se menciona que la llamerada es una danza mimética, porque trata de imitar la actividad diaria del hombre andino, vinculada a los arrieros y a los pastores de llamas, pero, también representa la vinculación ritual con ese animal, por eso, la vestimenta de los danzantes no es simple como la del arriero, es elegante y recupera antiguos signos de poder.

Son dos conjuntos en esta especialidad: Conjunto Tradicional "Llamerada Zona Norte" y la Fraternidad Folklórica Llamerada "Socavón Oruro". El primero nació el 13 de febrero de 1921, con el nombre de "Llameros de Oruro del Norte", haciendo su aparición por primera vez en el Carnaval de Oruro, posteriormente adoptaría su nombre actual Conjunto Tradicional "Llamerada Zona Norte". En este carnaval 2016 cumplirán 95 años de vida institucional.

La Fraternidad Folklórica Llamerada "Socavón Oruro", surge el 21 de septiembre de 1968, es el resultado de la división de la danza de los Ch´utas. Tuvo algunos altibajos por la falta de danzarines, pero a mediados de la década de los 90 muchos jóvenes orureños se integraron al grupo, haciendo renacer el conjunto por fe y devoción a la Virgen del Socavón, en cuyo honor se produce la fiesta.

DANZA

La danza de la llamerada, que representa al hombre y mujer andina, en sus labores de pastoreo de camélidos y el comercio, tiene pasos que representan precisamente estas acciones, según explica el coreógrafo y danzarín profesional, Daniel Tórrez Ponce.

"Cada uno de los pasos, desglosa con movimientos suaves, coquetos y al mismo tiempo mostrando la energía y esfuerzo del trabajo que realizan los pastores o llameros", señala.

Los danzarines ejecutan movimientos girando la honda o "khorawa", algunos acompañados por movimientos de arriba hacia abajo, como coqueteando; con pasos ligeramente saltados, mostrando la energía de la labor.

"Dentro de los pasos básicos, está cuando el danzarín apoyando la mayor parte de su peso sobre el pie izquierdo, va moviendo su cuerpo como si diera un paso adelante y atrás con el derecho, realizando en cada paso un pequeño y suave rebote cada que el peso del cuerpo esta sobre el pie izquierdo que es la base", asegura Tórrez. "Estos movimientos del cuerpo, van acompañados por un ´up and down-arriba y abajo´ de los hombros; la cabeza apoyando de derecha a izquierda y todo el brazo con el manejo de la khorawa", complementa el experto.

El presidente de la Llamerada "Socavón", René Soliz, destaca que, al margen de ejecutar adecuadamente los pasos, algo que es fundamental para bailar bien esta danza, es sin duda alguna llevarla en el corazón. "La llamerada es mi vida, mi forma de bailar es diferente a los demás, pero eso lo he ganado porque le he puesto mi alma", afirma.

La danza de la llamerada, que representa al hombre y mujer andina, en sus labores de pastoreo de camélidos y el comercio, tiene pasos que representan precisamente estas acciones, según explica el coreógrafo y danzarín profesional, Daniel Tórrez Ponce.

Fuente: LA PATRIA