Leí en un periódico local las declaraciones del Ministro de Defensa anunciando la decisión gubernamental de adquirir dos aviones que costarán algo así como Ochenta Millones de Dólares y que servirán para los viajes del Presidente de la República. La noticia me causó asombro y legítimo orgullo nacional, y pensando en que mis amigos yatiris habían sido consultados para tal adquisición me dirigí a su Consultorio de Adivinación y Brujería en pos de mayor información.
Como casi todos los días me dirigí a El Alto en un minibús cargado de pasajeros hasta el tope y al verme sentado entre dos cholas les dije sonriendo "menos mal que muy pronto nuestro Evo viajará en un jet donde sólo caben doce pasajeros"; las cholitas no me entendieron aunque me hicieron sitio entre sus polleras.
Cuando llegué al consultorio de los brujos andinos encontré que éste había sido convertido en una sucursal de agencia aeronáutica pues las paredes estaban empapeladas con afiches que mostraban nuevos modelos de aviones que fabrican las grandes compañías para venderlos a países ricos, a empresas muy importantes y a jeques árabes que nadan en riquezas petroleras. El yatiri me enseñó un folleto a todo color donde vi un avión hermoso encargado por un petrolero de Arabia Saudita con un baño donde los artefactos de porcelana tenían los grifos de oro.
Los aviones que les hemos recomendado al Evo y a su Ministro el Rubén Saavedra no son tan caros como parecen pues sólo cuestan ochenta millones de dólares, lo cual no es mucho si tenemos en cuenta la importancia de sus futuros pasajeros me dijo el yatiri Titirico.
Soñando en la posibilidad de ser invitado un día a viajar en el avión presidencial, quise enterarme de algunas características técnicas del aparato fabricado en Francia, respondiéndome el yatiri Calimán: "Las turbinas de este modelo son muy poderosas y apenas las enciendes el avión toma velocidad como si fuera un opositor perseguido y la nave se eleva al cielo como si fuera una oración del Cardenal Terrazas”, explicación que me satisfizo. Sin embargo me asaltó una duda técnica y pregunté al yatiri: Dime hermanito, y ¿cuando el avión está en pleno vuelo puede retroceder…? El brujo me miró enfadado y me dijo: “Eres un Huevastián, los aviones no retroceden”. Para desenojarlo le manifesté al yatiri que yo le habría aconsejado al Presidente Evo un avión que pudiera retroceder en pleno vuelo porque muchas veces se equivoca estando en pleno vuelo y sería un hermoso avión para él que pueda retroceder y así enmendar sus errores. Y por último te digo que esos aviones que le han aconsejado comprar me parecen una sonsera y además son muy caros porque Evo es el presidente de un país muy pobre y atrasado.
Y salí del consultorio de Adivinaciones y Brujería sin despedirme de los yatiris pensando en que ellos cobrarán una jugosa comisión de los vendedores de aviones, como ocurre en todo el mundo capitalista y socialista.
Caliente como estaba, me fui solo al Naiclú “Malena” a charlar con una cholita que es un avión.
PAULOVICH
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