Loading...
Invitado


Domingo 31 de enero de 2016

Portada Principal
Revista Dominical

Auspicioso acercamiento a Francisco

31 ene 2016

Por: Marcelo Arduz Ruiz - El autor cuenta con especialización en derecho internacional en España, Italia y OEA

¿Fotos en alta resolución?, cámbiate a Premium...

Según documentos que cursan en los archivos secretos del Vaticano, tras la cruenta guerra de la independencia que llegó a interrumpir la comunicaciones latinoamericanas con la Santa Sede, la naciente república nominada inicialmente "Bolívar", por mandato del Mcal. de Ayacucho fue la primera en establecer por intermedio de la nunciatura en Madrid, relaciones diplomáticas con el Vaticano.

Pocos años más tarde, el 15 de octubre de 1830, esta misma nación tuvo el privilegio de acreditar al Libertador como su primer Embajador Extraordinario y Plenipotenciario ante la Santa Sede, por considerarlo representante natural de todas las repúblicas latinoamericanas en Europa, alegando que "nadie trabajará allí con celo más ardiente por su bien como él mismo, que arrancándolas de un coloniaje humillante pudo colocarlas en el rango que justamente ocupan. Bolivia le debe más particularmente su existencia política como nación, un empeño entusiasta por su conservación y el cordial título de Hija con que la saludó el día de la América cuando fue absolutamente emancipada".

Paralelamente, el presidente constitucional Andrés de Santa Cruz, comisiona al sacerdote Andrés Herrero del convento franciscano de Tarija, para realizar una visita pastoral a la Santa Sede a fin de informar la lamentable desaparición de las misiones del Gran Chaco durante la sangrienta de emancipación, por la huida de los aborígenes evangelizados para refugiarse en la candente selva, retornando a un estado de barbarie y precariedad más lamentable que anteriormente tuvieran.

Luego de recibir por parte de la Santa Sede el nombramiento de Comisario General de América del Sur, Herrero recluta una legión de voluntarios procedentes de diversas regiones italianas y a su retorno al país en 1833, logra la restitución de los Colegios Fide de Tarija, Tarata y La Paz, y en segundo viaje a la cabeza de 83 misioneros, los Colegios de Chillán en Chile, de Ocopa en Perú, la Recoleta de Charcas, partiendo unos pocos hacia la Argentina, para que luego cada país se ocupe en regir sus destinos en su jurisdicción. Sin duda, este pasaje puede inscribirse entre las mayores glorias de la Iglesia boliviana de todos los tiempos.

Aunque se sabe que debido a su prematura muerte, el Libertador nunca llegaría a ejercer funciones ante el Vaticano, su legado había calado allá hondo por consolidar los principios de convivencia pacífica, justicia y libertad entre las naciones latinoamericanas, con devolución de tierras americanas a sus legítimos propietarios; por esto mismo los derechos de la nación bolivariana para retornar a la costa con la que naciera a la vida independiente, fueron cabalmente valorados por los sucesivos pontífices romanos.

Particularmente, siendo Bolívar fundador y primer presidente de la naciente república, como tarea prioritaria de su gobierno emite el decreto de 28 de diciembre 1825 para la creación del puerto mayor de todo el país llamado de La Mar en la región de Atacama, más adelante invadida con apoyo de una potencia extra continental por el vecino país, en afán indisimulado de apropiarse de su riqueza en recursos naturales y mineralógicos.

A esta circunstancia se debe que el santo padre Juan Pablo II -el primer Papa en visitar la región latinoamericana- ofreciera sus buenos oficios a fin de alcanzar una solución pacífica para la reintegración marítima, aunque en esa oportunidad el país optara por la negociación directa que mañosamente prometiera el gobierno de la Moneda a fin de neutralizar tal mediación. No obstante, continuando la doctrina de su predecesor, el Papa Francisco manifestó durante su visita al país que "no es injusto que Bolivia anhele tener salida al mar", lo cual motivó protesta de la diplomacia chilena como injerencia entre naciones soberanas.

Por carecer Chile de autoridad moral para desestimar la declaración, en pos de interpretación más cabal se puede extrapolar el mensaje, en sentido que en este caso "lo injusto" sería que la nación chilena prive al pueblo boliviano del legítimo anhelo por acceder al espacio abierto de comunicación con el mundo, que le legara el paladín de la descolonización en tierras americanas.

En realidad, la actitud chilena vuelve las páginas de la historia a la heroica gesta, es decir la pugna que entonces se desatara entre dos corrientes opuestas: la de la unidad e integración entre los pueblos de la Patria Grande, propugnada por Bolívar, y la de la dominación o conquista, que aunque por aquellos tiempos fuera norma, ahora Chile pretende hacer prevalecer ante la comunidad internacional de manera anacrónica, en retroceso a tiempos del oscurantismo y la oprobiosa esclavitud.

Si tenemos en cuenta que los tratados no pueden autorizar a futuro la conculcación de los derechos humanos fundamentales de las personas, al parecer Chile pretende como si el conflicto no hubiera cesado, extender el botín de guerra de más de una centuria atrás para extorsionar días al inocente y sufriente pueblo boliviano actual, condenándolo a vivir expoliado dentro su propio territorio, convertido en mercado cautivo para usufructo colonial extranjero, inadmisible en nuestro tiempo.

Atenidos a la breve reflexión que planteara Francisco I, se puede deducir que lo único que distancia a la posición boliviana de la chilena, es precisamente la noción de lo que es "justo" y de lo que es "injusto", es decir noble o innoble, lo cual en última instancia le corresponderá valorar a la imparcialidad del alto Tribunal de la Haya.

Para tus amigos: