Es algo ya recurrente el que el periodismo sea atacado o culpado de cualquier cosa cuando el accionar de grupos de poder se siente quizás criticado u observado. Declaraciones de su excelencia en sentido de que la "derecha" en Bolivia ya sólo existe en los medios de comunicación independientes nos da mucho que pensar. Al parecer con esta afirmación don Evo quiere autoengañarse, pero no es tan sencillo, porque la realidad es otra. Es innegable que una gran cantidad de bolivianos apoya al gobierno, pero también hay otra gran cantidad de ciudadanos que observa el proceso de cambio con ojos fiscalizadores, con criterio y con libre pensamiento, y esto no puede ser ignorado.
¿Será como lo afirma el presidente? En nuestro actual estado plurinacional, se tilda como "derecha" a todos quienes no se encuadran en la línea gubernamental. Ahora bien, mujeres y hombres que trabajan en diferentes radioemisoras, periódicos y estaciones televisivas, en conjunto acaso sean unos cuantos miles en un universo de 11 millones de almas.
De ser así, ¿por qué el terror del MAS hacia el referéndum?, ¿por qué tanta propaganda para asegurar el triunfo del SÍ?, ¿por qué endilgar el liderazgo del O en aquellos políticos que fugaron al país del norte? ¿Por qué minimizar a la "derecha" personificándola en los comunicadores?
CONSUELO
Habrá que entender las palabras del Presidente como una autoconsolación forzada, pues en su fuero interno él sabe muy bien que hay muchos sectores de bolivianas y bolivianos que, sin estar en contra de su política, están en contra del capricho personal de la repostulación, están en contra de una tiranía (que a eso lleva el reiterado prorroguismo).
Acaso gane el Sí, pero con seguridad no lo hará con los soberbios porcentajes que sueña Don Evo y, entonces, habrá que admitir que la llamada "derecha" había sido algo más que los pocos miles de periodistas y comunicadores, habrá que admitir que cientos de miles de ciudadanas y ciudadanos seguirán siendo la inevitable y necesaria piedra en el zapato para asegurar o, al menos, disimular la democracia.
ATAQUE A LA PRESA
Palabras, adjetivos, indirectas y presiones hacia la prensa libre e independiente no van a terminar con la mal llamada "derecha", porque esta no está encarnada en los comunicadores sino en cientos de miles y millones de bolivianas y bolivianos.
El último boicot que sufrió doña Amalia Pando por parte de la ATT, precisamente momentos antes de iniciar su programa en Radio Exitosa, también debe llamarnos la atención. Resultan inverosímiles y hasta infantiles las afirmaciones del señor Börth en sentido de que el cese de una señal toma mucho tiempo. Si sabía la ATT, hace años la irregularidad de la emisora, resulta una casualidad digna de Ripley que el corte se realice justamente cuando la colega Amalia iba a emitir. ¿Quién puede creerle al señor Börth?
Ahora doña Amalia emitirá por Radio Líder emisora, al parecer, propiedad de la gobernación paceña. Es de esperar que la ATT o los ministerios respeten esta situación, pues se supone que estamos en democracia. Los próximos días nos señalaran que todo anda bien o, quizás, la inteligencia gubernamental está trabajando muy eficientemente para encontrar alguna mínima falla o ilegalidad en la emisora. Así mismo no olvidemos el alejamiento de presentadores famosos como Arandia y Salazar que por presiones políticas y miedos empresariales ya no están en la palestra mediática y esto tendría que llevamos a reflexiones profundas y a conclusiones fatalistas.
Si el Gobierno va a prorrogarse hasta 2025 o más allá, ¿cuál será el futuro de la prensa libre?, y ¿cuál el futuro de los compatriotas librepensantes?, en resumen ¿cuál el futuro de la democracia?
(*) Licenciado en Comunicación Social
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