El secreto hipnotizante del gato sobre el humano

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Andar silencioso, mirada atenta, curiosidad infinita y discutir con el guardián de casa o encantar al roedor que encontró en el camino, son las peculiaridades que envuelve al gato. Pero ¿será posible que entre el ser humano y el bigotudo existe alguna conexión?, tal vez la respuesta sólo la conoce aquel que lo tiene a lado acostado sobre la alcoba.

Los gatos, como animal de compañía, pueden llegar a ser compañeros maravillosos, su comportamiento afectuoso ha cautivado a millones de dueños. Su gran capacidad para adaptarse y la facilidad con que pueden ser adiestrados para la vida en hogar les convierte en excelentes mascotas.

No en vano la excepcionalidad felina, bella imagen y bondad son las armas que necesita para atrapar de manera tierna a su presa, un dueño enamorado que siente auténtico aprecio por su gato no sufre los inconvenientes de mantenimiento.

Su ronroneo igual al de un motor dispuesto a arrancar y la caricia sublime que atraviesa una mano sobre su piel tersa, provoca que montañas se produzcan y tengan el fin del recorrido en la cola, como signo de amistad que aposto en ti.

La discreción, el poco silencio que emite cuando escucha que algo importante pasó y la atención que te presta, lo convierte en otro amigo incondicional, un aspecto que coinciden los amantes del "bigotudo".

Que los gatos tengan fama de independientes, autónomos, solitarios no significa que no necesiten la atención de sus dueños, es importante dedicar un tiempo al entrenamiento para que se sienta cómodo en su habitad y aprenda a jugar y tener interacción con las personas.

Piensa que al adquirir al minino, la atención, debe ser constante porque de nosotros dependerá que aprenda nuevas cosas y experiencias; además que la socialización con grupos humanos será determinante para su habitad. Y de esa manera una cuidadosa supervisión de su actividad facilita un rápido aprendizaje de las normas de la casa.