Dadas las condiciones climatológicas reinantes en la zona altiplánica del país, especialmente el sector occidental, se pensó en aprobar un proyecto de ley local para declarar "alerta naranja" en el Departamento de Oruro por la sequía que afecta seriamente el medio ambiente y las condiciones de vida de centenares de familias que moran en la vasta región altiplánica.
La desaparición del lago Poopó, según los técnicos de organismos que trabajan en el cuidado del medio ambiente, es en parte consecuencia de la persistente sequía y el desvío de las aguas que alimentaban el lago hacia usos de extrema urgencia en poblaciones próximas al río Desaguadero donde requieren del elemento líquido.
Según los asambleístas, la declaratoria de emergencia permitirá formalizar al Gobierno recursos adicionales y de emergencia para mitigar los daños que ocasiona la sequía y establecer programas especiales para ayudar a muchas familias de la zona perjudicadas seriamente en sus habituales actividades de sostenimiento, con la pesca y agricultura en más de una veintena de municipios.
La mayoría de las poblaciones carecen de agua potable y los vecinos deben hacer largas caminatas para proveerse de agua, por lo que solicitaron la dotación del líquido mediante cisternas que lleguen hasta esas comunidades. Debido a este proceso natural de orden climático, tampoco hay forraje para alimento del ganado y prácticamente las plantaciones de quinua y hortalizas han sido dañadas de manera irreparable.
El altiplano orureño confronta un gravísimo problema que merece urgente atención primero desde la Gobernación y luego con un plan de emergencia desde el Gobierno central, para salvar la penosa situación de sobrevivencia de familias de muchas comunidades del sector que están reclamando ayuda de emergencia.
Con este grave problema vigente, representantes institucionales que apoyan el planteamiento de una declaratoria de emergencia, recuerdan también que en el caso concreto del lago Poopó, después del desastre y conocidos sólo algunos informes parciales, sobre el uso de recursos destinados para atender con prioridad el cuidado y vida del importante espejo lacustre, a la fecha no se han establecido responsabilidades y de momento no hay responsables por el mal uso de algunos millones de dólares asignados por la Unión Europea para el programa denominado "Cuenca Poopó" y que debía ser exclusivamente al control, cuidado y supervivencia del Lago y las especies naturales (flora y fauna) de su entorno, lo que no sucedió al haberse dado otros destinos a los recursos económicos que habrían sido mal administrados.
Ahora que la situación se complica con la sequía reinante, hay la necesidad de plantear la Declaratoria de Desastre Departamental, ya que la desaparición del lago Poopó es un desastre natural, por efecto de hechos y daños meteorológicos, climatológicos, antropogénicos y tecnológicos, que han puesto en riesgo la fauna silvestre y acuática y flora natural, poniendo en riesgo la seguridad alimentaria y económica de los habitantes de la región.
Así planteado el asunto, hay una doble responsabilidad de autoridades, por un lado esclarecer el destino de algunos millones de dólares mal utilizados y por otro, con carácter de emergencia encarar un programa que permita a centenares de vecinos permanecer en sus comunidades, con un apoyo práctico por parte de autoridades ministeriales y de la Gobernación, para contrarrestar la falta de agua potable y una buena dotación de líquido para abrevaderos y salvar ganado, pastizales y sembradíos, si todavía es posible.
Fuente: LA PATRIA
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