Miercoles 14 de abril de 2010
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Como informó la prensa ,en días pasados vecinos de un barrio de la ciudad de El Alto atacaron algunos locales donde se expendían bebidas alcohólicas, rociaron con ellas los muebles y estantería y los quemaron en nombre de la moral y las buenas costumbres, anunciando que proseguirán con esa campaña.
Al producirse tales hechos fui convocado con carácter de urgencia por mis amigos yatiris Calimán y Titirico en los amplios salones del Naiclú “Malena” y al cual llegué en mi motocicleta Hardley Davidson hábilmente conducida por mi comadre Macacha quien me cargó a su espalda envuelto en su aguayo para que no me derramara en el camino.
La sesión fue iniciada con un discurso del yatiri Titirico quien describió los hechos acaecidos lamentando el desperdicio de las bebidas alcohólicas que habrían podido ser donadas a unidades hospitalarias para la desinfección de heridas. En frase medular, Titirico dijo copiando a un hombre célebre "cuando la multitud ejerce autoridad es más peligrosa que cualquier tirano".
Un cliente habitual del Naiclú “Malena” de apellido Vergara señaló la necesidad de solicitar garantías al nuevo Alcalde de la ciudad de El Alto Edgar Patana y al Gobernador del Departamento de La Paz el señor Cocarico quienes asumirán sus cargos el próximo mes de Mayo, para el funcionamiento normal del Malena porque el populacho alteño podría confundir al Naiclú con un cabaret cualquiera desconociendo su función cultural y de sano esparcimiento donde se reúnen altas autoridades alteñas, periodistas de diferentes tendencias y señoritas que practican el estriptís no con objetivos libidinosos sino para demostrar a los visitantes extranjeros que unas pobres alteñas, gordas y flacas pueden sobrevivir a los cuatro mil metros de altura bailando calatas y semi calatas al ritmo de músicas tropicales. Concluyó sus palabras pidiendo un voto de aplauso a las pobres chicas del elenco estable.