"El arte de hacer cine, es de los que se aprende en la soledad de la oscuridad, compartiendo sueños y esperanzas con otras personas, en una atmósfera rodeada de grandes egos..."
? Por: Juan Manuel Fajardo - Abogado, Ensayista, Crítico de cine
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El historiador Jean Delameneu hace algunas décadas, escribió una obra poco común titulada "El miedo en Occidente", en la que señala que la gran fuerza directriz de la vida colectiva en Occidente, principalmente en los países de Europa, no fue la voluntad de los príncipes, ni el poder de las ideas, tampoco la economía, sino el miedo, las angustias, el pánico, la inquietud, el colapso del ánimo ante determinadas circunstancias, azuzadas por el miedo a algo. La cultura, la historia de Occidente dice, "se han desarrollado gobernados por el miedo al diablo, a la muerte, a las enfermedades desconocidas, al hambre, a la naturaleza y al prójimo; "el miedo fue divinizado, el pavor, el pallor, Deimos y Fobos, las Furias se acuñaron en la antigüedad, siglos más tarde, la religión cristiana advirtió al hombre, que estaba amenazado por legiones de demonios, de brujas, de espíritus herejes, de malignos que rondaban por ahí, y que a veces eran exorcizados".
Los horrores del infierno fueron plasmados por Dante en "La divina comedia" y en los lienzos de El Bosco, pintor del siglo XV. Durante la Edad Media la iconografía del diablo, el Apocalipsis y el Juicio Final recordaban a los fieles las horribles amenazas a que conducía el pecado, cualquiera de los siete. Otras amenazas, otros miedos lo constituían los vagabundos, los miserables, los mendigos, los asaltantes de caminos, la inquisición, la guerra, la prisión, la esclavitud. Melaneaeu, convoca a la naturaleza como temible enemiga del ser humano, "las tormentas, las heladas, las sequías, la mala cosecha, el viajar era correr un albur, se dejaba escrito el testamento; si era por mar, éste estaba poblado de leviatanes y monstruos inconcebibles, ir por los caminos era exponerse a los lobos hambrientos, a los aparecidos, a los espantos, a los condenados; un extranjero en el pueblo podía ser considerado el origen de enfermedades, maldiciones, "un brujo", dice: "la concepción del mundo como un valle de lágrimas se extendió hasta bien entrado el siglo XVIII". Esta manera de ver el miedo en la historia del planeta, podría ampliarse a otras civilizaciones; en Asia, en América, en África, diversas mitologías sostienen casi uniformemente que en alguna época, el mundo fue destruido por raros cataclismos, no sólo en la percepción de Nostradamus que anuncia a una cuarta y definitiva.
En nuestra ciudad, creo que nadie le teme al diablo, éste está considerado como parte de nuestra identidad cultural. Poco importa la amenaza nuclear que se sentía en la década de los años sesenta; ahora las ojivas pueden viajar en un simple maletín de mano, como se especula en algunas novelas. Parece más real el peligro de una explosión demográfica, el agotamiento de los recursos naturales como el agua o el petróleo, la contaminación ambiental, el calentamiento global, y la violencia religiosa; los fanatismos religiosos claramente delincuenciales, en su periplo hacia el terror infinito. Lejos quedan los días en que nuestras madres nos paralizaban con sus narraciones de la "Carreta de fuego", "los diablillos" de los cerros La Tetilla y San Miguel; de la niña ahorcada frente al Colegio Bolívar, de los duendes de gran sombrero en los arenales de la zona Este, de aquellas almas en pena que iban del Beaterio a San Francisco, del cura Aldana y su "tapado", de ese aire helado que paralizaba la sangre en las venas de los disolutos y trasnochadores, de aquella hermana, no se sabe de qué orden, vista alguna que otra madrugada, llorando lastimera al pie de la Cruz Verde en la esquina de La Plata y Junín; vaya el miedo, también estuvo aquí. Ahora no va más el miedo al "comunismo" que quedó congelado en la "guerra fría"; ahora es el miedo a los jóvenes salvajes, al ciberespacio, a la violencia contra las mujeres y los niños, el miedo a uno mismo, hasta donde pueda ir nuestra capacidad de asombro, más allá del bien y del mal. Hoy no es necesario leer Tratados, sobre "La medicina del alma", sobrevivimos como ayer, temiendo a algo, ¿sí o no?
Alfred Hichtcock...
Ahora bien, alguien que durante el Siglo XX jugó con el miedo del ser humano, proponiendo las más insólitas situaciones a través del cine, fue Alfred Hitchcock (1899 - 1987), director inglés de cuyo genio salieron más de una treintena de filmes mundialmente conocidos, que se especializó en "ponerle la carne de gallina" a la gente, y que tuvo el especial cuidado de no caer en el mal gusto. Su objetivo era horrorizarnos, administrándonos el miedo en pequeñas dosis; cuentos escalofriantes como "La grieta de cristal", narrada al paso por Hitchcock, durante una entrevista periodística; resulta que un joven matrimonio está esquiando en Los Alpes, el marido cae accidentalmente en una grieta, la atribulada esposa se la pasa consultando a toda clase de expertos, hasta que consigue que le digan la fecha exacta en que el glaciar soltará el cadáver; han pasado cuarenta años, en una toma de primer plano, aparece la cara del desdichado muchacho, mientras su envejecida esposa lo contempla, esperando que el hielo se derrita...".
Hitchcock, es considerado el inventor del suspenso, su enorme personalidad fue capaz de crear un mundo propio a su alrededor. En el ejercicio de sus más de sesenta años de cine impuso un estilo que se considera único, y que lo condujo a lograr, como pocos realizadores, que su nombre valiera tanto en las marquesinas de los teatros, como el de los más connotados astros y estrellas, hasta su muerte, acaecida en 1987. Como uno de los más destacados directores del siglo XX, su fama llegó a todos los niveles, nadie pudo sustraerse a la curiosidad, la originalidad de sus ideas de cómo se crea el suspenso, y por lógica consecuencia el miedo en los espectadores, del periodo inglés de su obra, se cuenta: "El hombre que sabía demasiado" (1935) (la primera versión), "Los treinta y nueve escalones" (1935), "El agente secreto" (1936), "Sabotaje" (1938). En los Estados Unidos, "Rebecca", ganó el Oscar al mejor filme en 1940; con "Corresponsal extranjero" del mismo año, Hitchcock entra en su elemento, con un filme cargado de acción y suspenso, con el que colaborará a Inglaterra en su lucha contra el totalitarismo nazi. En "Intriga internacional" (1959), expone la idea de que el terror no sólo se esconde en las sombras o en la soledad, sino que también podemos encontrarnos muy solos a plena luz del día, en medio de una multitud, llenos de ansiedad y con un sentimiento de estar casi desvalidos y sin alternativa; en "Cuéntame tu vida" (1946), se acerca a una mujer casada, obligada a acostarse con un espía, más tarde, teme que éste secreto culpable pueda arruinarle, y el efecto que tendrá sobre su verdadera vida amorosa.
Dos clásicos...
Para 1960 Hitchcock se encontraba preparando, quizá sin saberlo, su mayor logro cinematográfico, que provocó un vendaval que aún no termina con el paso de los años, se trata de "Psicosis" una película de horror, como él dijo, "superlativamente bien hecha", una historia de Robert Bloch, sobre un asesino de mediana edad que vive, junto a su madre dominante en un motel; la escena de un asesinato en la ducha que no muestra explícitamente detalles de violencia, donde no se ve que el cuchillo toque la carne de la víctima, filmada en blanco y negro, resulta traumática, el director juega con el miedo del espectador, al punto de que nos parece que el cuchillo desgarra la carne y que la sangre inunda la pantalla, nada más que imaginación. Después de "Psicosis" que fue un resonante éxito, Hitchcok trabajaba en una nueva propuesta, "Los Pájaros".
El relato de terror tiene a menudo algo de rito, algunos escritores consideran que es un rito de carácter exorcístico, que destinado a polarizar los temores del hombre, atrapado en un mundo cruel y absurdo, con símbolos terroríficos, situaciones espantosas, cementerios, casas abandonadas, zombis, etc., y también objetos inanimados, animales extraños, el mastín de los Baskerville, por ejemplo, o aves, el cuervo de Allan Poe, o los pájaros de un cuento de Daphne Du Maurier (1907 - 1989), escritora británica, autora de varias novelas llevadas al cine, entre ellas "Rebecca", "Posada Jamaica" y "Los pájaros", un relato corto publicado en 1952 sobre una familia de granjeros que son atacados sin motivo alguno por pájaros, tema que inspiró a Hitchcock a realizar en 1963 el filme homónimo, particular adaptación, que sin embargo se constituye en una de las mejores producciones del mago del suspenso.
La cámara de Hitchcock se recrea en los primeros planos de un sinnúmero de aves de todas las clases, grandes pequeñas, gaviotas, cuervos, palomas y otras, volando o posadas en los cables de energía eléctrica, sobre los techos de casas, sin aparente motivación o función narrativa alguna; sin embargo, su numerosa presencia y lapsos de silencio, determinan un clima de expectación y angustia, despertando en el espectador la reacción emotiva deseada, el miedo a lo que podría pasar. La historia comienza con una joven, Melaine Daniels (Tippi Hedren), en una tienda de mascotas en San Francisco, donde conoce a Mitch Brenner (Rod Taylor) que busca un par de loros "agapornis", que no están disponibles; al día siguiente, Melaine pretende darle una sorpresa a Mitch llevándole los loros a su departamento; éste no se encuentra, sino en Bodega Bay; de sorpresa una gaviota la ataca, hiriéndole en la frente, luego durante un cumpleaños que se realiza al aire libre, una bandada de pájaros atacan a los niños, en toda la ciudad se desata un caos, las aves persiguen y acosan a los vecinos, no sólo gaviotas, sino cuervos causando pánico y graves lesiones.
En una de las escenas más escalofriantes Melaine se encuentra atrapada en una cabina de teléfono, para dar realismo al filme Hitchcock, utiliza aves entrenadas y prototipos mecánicos; en otra, ésta es atacada por varios pájaros de verdad furiosos. Como en el cuento en que se basa, el filme, no sugiere una explicación de por qué los pájaros atacan a los ciudadanos de Bodega Bay, donde se suscitan los hechos. El director omite deliberadamente toda explicación racional del comportamiento de las aves, creando expectativa, infundiendo el miedo a la indefensión, ante un fenómeno no cotidiano, con un final abierto, Melaine y Mitch escapando, pasando por el suelo alfombrado de aves, creando en los espectadores desazón hasta después de terminada la función; de hecho, en el estreno de Los pájaros en Londres, a la salida, la concurrencia escuchó asustada, graznidos y aleteos de aves, que no se veían por ninguna parte, era que entre los arboles altavoces emitían, grabaciones del sonido de aves.
En el mundo existen alrededor de 10.000 especies de aves, en apretada clasificación, palmípedas, corredoras, zancudas, rapases, gallináceas, trepadoras, palomas y pájaros; en el equilibrio de la naturaleza, toda ave grande o pequeña, en su medio natural es útil y necesaria. Hichtcock en Los pájaros no formula comercialización de la ciencia al incluir las escenas antes descritas; lo que pretende es enfatizar el mensaje de que ante tales situaciones el hombre se hallaría incapaz de contener a la naturaleza, una fantasía fílmica en la que se vuelve incontrolable. Los antecesores de las aves, existieron cincuenta millones años antes de la era Jurásica, los velociraptors, cuyos primeros fósiles fueron descubiertos en 1924, depredadores natos con garras de doce centímetros y tan afiladas como cuchillas y los Pteranodontes, cuya evolución dio paso a las aves que conocemos hoy.
DreamWorks de Steven Spielberg lanzó en junio del 2015 "Jurasic World", la tercera de la saga de "Jurasic Park" de 1993, otra impresionante historia sobre dinosaurios exhibidos en un gran parque, en este filme se recrean 50 más tarde, las escenas de Los pájaros de Hitchcock con Pterosauros, que atacan a los visitantes del parque, reptiles voladores carnívoros escapados del aviario, abatidos luego por los guardias; escenas que no causan el efecto sicológico y de temor del memorable filme reseñado, porque como sus predecesores, "Jurasic World", ha sido realizado para deleite de millones de seres que viven pendientes de otra aventura con dinosaurios.
The girl...
EL 2012 la BBC y HBO filmes produjeron para la televisión británica "La chica" o "The girl", sobre la obsesión de Alfred Hitchcock por las mujeres, las actrices de temperamentos y físicos muy diversos, Shirley MacLaine, Marlene Dietrich, Vera Miles, Ingrid Bergman, Grace Kelly, y una en particular, "Tippi Hedren", modelo y actriz, descubierta en un anuncio de televisión, protagonista de Los pájaros. El argumento narra la presunta historia de apasionamiento del director por Hedren, la estrella, sus escarceos amorosos, el rechazo, la resistencia al acoso, el sometimiento a un contrato exclusivo para trabajar solamente con él, el alejamiento de Hedren, la negativa a liberarla del contrato, el fin de su carrera; después de Los Pájaros y Marnie, nunca más volverían a trabajar juntos. Hitchcok en una entrevista, sobre el sexo y las actrices expresaba a Francoise Truffaut: "Cuando abordo en mis filmes asuntos del sexo, no olvido que ahí también el suspenso debe predominar sobre lo demás". "Si el sexo es demasiado sostenible y demasiado evidente, el suspenso se acaba". "El sexo no debe saltar a la cara, una muchacha inglesa con su aire de institutriz, es capaz de subir a un taxi con usted, y con gran sorpresa suya, procederá a su conquista inmediata".
Hitchcock
Otra película, sobre la personalidad de Alfred Hitchcok también del 2012, es "El maestro del suspense", dirigida por Sacha Gervasi con Anthony Hopkins, Helen Mirrer y Scarlet Johansson y Jessica Biel, sobre los avatares, los roces, los problemas, las relaciones, los romances, entre los componentes del equipo, incluyendo la esposa de Hitchcock, Alma Reville, compañera de toda su vida, que pudieron afectar el resultado final de Psicosis la película, que fue un fenómeno internacional, una de las más influyentes en la historia del género.
John Russell Taylor, crítico de cine del Times de Londres entre 1961 a 1973, señala, que (Psychos) Psicosis, "comenzó realmente como un desafío profesional, Hitchcock notó que muchas películas de horror sin ningún valor eran producidas por monedas y traían ganancias gigantescas". "Sucedía que tenía un tema en la mente, una novela de un escritor llamado Robert Bloch, especialista en temas de horror". "Lo que necesitaba era un buen guionista, y llegó Joseph Stefano". El Código de producción vetó la palabra "transvestite", referida a Norman, personaje que interpreta Anthony Perkins; también estaban preocupados de mostrar al público la cara momificada de su madre; para el papel de Marion Hitchcock buscaba, una actriz de peso, cuya muerte en medio del filme causara un shock impactante, por eso escogió a Janeth Leigh, y con ella elaboró la escena del asesinato en la ducha, en el escenario, una casa junto a un motel, lugar de aspecto no recomendable para pasar la noche, donde Marión una joven secretaria que cometió un robo en la ciudad, llega tras conducir varias horas su vehículo; en el motel todo aparenta normalidad, pero en la casa del lado donde viven Norman y su madre...".
Hitchcock visto en perspectiva histórica, no responde al prototipo de persona corriente, ni tampoco al artesano convencional, aun cuando sus filmes se constituyeron en "trabajos de autor"; un hombre que llegó a comprender a cabalidad el concepto del poder de sugestión, compartiendo algunas facetas de grandes cineastas como Welles, Fellini y Buñuel. Criticado por su estilo, para algunos que lo describieron como artificial, sin embargo deslumbrante de virtuosismo, es uno de los grandes inventores de la forma del cine visual, función primordial del mismo, un engalanador que persigue la perfección como culminación con sello propio; dueño y hacedor de ideas, de tesis, patrón del suspenso, genio del mostrar y demostrar. Si Antonionni o Bergmann, sus contemporáneos, presentaban tesis conducentes a una discusión intelectual, escudriñando determinado problema físico o metafísico, Hitchcock nos conduce a un estado de tensión a través de sucesos imprevisibles, insólitos, el suspenso en marcha hacia la sorpresa total. Se le acusó de misógino, de virtuoso sin profundidad, de que era un técnico y no un autor, sin embargo paradójicamente sus tres filmes Psicosis, Los Pájaros y Marnie son considerados obras maestras y de constante estudio en busca de los misterios o claves ocultas que se dice encierran. "El arte de hacer cine, es de los que se aprende en la soledad de la oscuridad, compartiendo sueños y esperanzas con otras personas, en una atmósfera rodeada de grandes egos", diría Hitchcock.
Notas.-
"El cine según Hitchcock". F. Truffaut. Ed. Alianza. 1966.
"El cine británico de A. Hitchcok" C. Fernandez C. Ed. Nacional 1974
"Hitchcock". John Russell Taylor. Ed. Alianza. 1982
"Los pájaros y otros relatos". Daphne du Maurier. Ed. Alianza. 2010.
"Psicosis". R. Bloch. Ed. Bruguera. 1977.
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