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Sábado 09 de enero de 2016

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Revista Tu Espacio

La psicóloga responde

09 ene 2016

Lic. Carolina I. Mena Medina - Exclusivo para Tu espacio

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Pregunta.-

Apreciados lectores, en el transcurso del pasado año, he recibido con mucha frecuencia preguntas con el mismo tema: la infidelidad en el matrimonio, quiero aprovechar para dar una respuesta respecto a esta cuestión.

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Queridos amigos:

Muchas veces se ha escuchado: "?me ha sido infiel?", "?tenía otra familia?", "?había estado casado o casada?", "?me pegó...", "?nos faltamos el respeto?", "?yo también le fui infiel?", etc.

Todos estos argumentos son la consecuencia de falta de respeto hacia uno mismo, falta de amor propio.

Mucho tiene que ver el autoconcepto y la autoaceptación. Si uno no se toma en serio, no se ama y no se respeta, no tomará en serio a su pareja, no la amará ni la respetará.

Puede existir una motivación equivocada para formar una familia, casarse o juntarse: Porque la pareja quedó embarazada, por no quedar sólo, por haber enamorado mucho tiempo con una persona, por existir química y atracción sexual hacia la pareja, porque es "complemento", por estar enamorado, etc. son falsas justificaciones.

Para casarse no se debe estar enamorado, sino se debe amar a la pareja, debe haber una convicción, seriedad y responsabilidad suficientes, además de estar preparado, para formar una familia.

Al aceptar a la pareja se acepta su personalidad, sus cambios, su familia, creencias, sus raíces, costumbres, sus defectos, hábitos, sus malas costumbres, todo esto y mucho más y se fundirá con todo lo que representa, lo que es y lo que tiene.

Y ya no será un tú y yo, se transformará en "nosotros". Nuestros pensamientos proyectos, inquietudes, sueños, ideales, frustraciones, nuestro dolor, alegría, triunfos. Llegará a tal punto ésta complementación y entendimiento, que todo lo de uno se fusionará con lo del otro. Ya no serán dos, sino serán uno solo.

Es muy importante mantener la fidelidad en la pareja siempre. Esto valdrá para la educación y legado que se dejará a sus hijos y a los hijos de sus hijos.

La buena comunicación abre las puertas de la tolerancia y la comprensión. Servirá para conocer a la pareja y conocerse a uno mismo. Además de saber hasta qué punto uno está dispuesto a dar y a aportar en esa relación.

Si tienen problemas, y especialmente de infidelidad, acudan a un profesional, es saludable tener de referencia un punto de vista diferente.

Para tus amigos: