Jueves 07 de enero de 2016
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Se atribuye al "Canciller de Hierro" de Alemania, Otto von Bismark (1815 - 1898), haber dicho: "Estoy firmemente convencido de que Espa帽a es el pa铆s m谩s fuerte del mundo. Lleva siglos queriendo destruirse a s铆 misma y todav铆a no lo ha conseguido". Miguel de Unamuno, luego, dec铆a que le "duele Espa帽a". Ortega y Gasset, ciertamente con la misma preocupaci贸n que predomin贸 en su 茅poca, afirmaba que "los regionalismos y separatismos son parte del proceso de desintegraci贸n que avanza en riguroso orden, desde la periferia al centro, de forma que el desprendimiento de las 煤ltimas posesiones ultramarinas parece ser la se帽al para el comienzo de una dispersi贸n interpeninsular".
Por lo que est谩 sucediendo ahora en la Madre Patria, parecer铆a que ese empe帽o de autodestrucci贸n persiste. Ha crecido el movimiento separatista de Catalu帽a, al que pudieran seguir otras regiones de la pen铆nsula, y los resultados de las recientes elecciones abren la incertidumbre para la formaci贸n de un gobierno de consenso. Sucede que estos comicios han marcado el ocaso del bipartidismo, aunque el Partido Popular (PP) y el Partido Socialista Obrero Espa帽ol (PSOE), siguieron captando la mayor铆a de votos, sin conseguir la mayor铆a requerida en el Parlamento para formar gobierno por si solos. En efecto, el desaf铆o -esto para cualquier formaci贸n pol铆tica- es obtener esa mayor铆a necesaria (la mitad m谩s uno).