Una vez más el paso del Dakar por Bolivia ha despertado inusitado interés entre algunos fanáticos del deporte "de los fierros" así conocido el automovilismo y el motociclismo, pero con características especiales en esta competencia que se considera la más dura del mundo y que utilizará en su ruta tramos especiales de nuestro país, especialmente en el distrito de Potosí, el caso del salar de Uyuni y en el caso de Oruro, algunas poblaciones del sector sur, incluyendo el pueblo natal del Presidente Evo Morales.
Se asegura la presencia de una comitiva del más alto nivel que se ubicará en un palco no menos especial, con muchas comodidades y seguridades, desde donde los dignatarios de Estado observarán el paso de los arrojados participantes del Dakar, automovilistas, motociclistas, camioneros y los conductores de cuadratrak. En varias categorías participan representantes bolivianos, algunos que han confrontado problemas, pero lucieron la enseña nacional, otros que buscan las mejores ubicaciones entre los más diestros de la difícil prueba.
Algunos datos estimativos señalan que por lo menos unas 300 mil personas son las que se movilizan con motivo del Dakar en su paso por Bolivia, se cuentan visitantes de otros países y por supuesto un buen contingente de connacionales que ya se trasladó anticipadamente a ciertos lugares por donde el paso de los más de 300 competidores será toda una osadía, tomando en cuenta que se trata de terrenos expresamente complicados para exigir el máximo de concentración, fuerza y habilidad de los corredores.
Un poco de historia nos recuerda que el Rally Dakar se originó en París, desde allí partía y terminaba en ciudades africanas, luego de largos y dificultosos tramos, en los que vehículos de "marca" eran conducidos por expertos para demostrar la potencia y ventajas de los múltiples modelos de coches. Después de algunos incidentes que se produjeron en territorio africano, los organizadores cambiaron el escenario de la prueba y apostaron por los caminos sudamericanos, habiendo realizado competencias pasando por Argentina, Perú, Chile y desde el 2014 también por Bolivia.
Pasado algún tiempo y en el caso de Perú y Chile, surgieron objeciones con el paso del Dakar, señalándose que la prueba pese a su espectacularidad ocasionó daños al medio ambiente, por lo que optaron por rechazar el uso de sus territorios ahorrándose además el pago de un millonario derecho que cobran los organizadores.
En todo caso el Dakar ya está en ejecución, pasará por parte de nuestro territorio y ha convocado a miles de turistas pendientes del paso de una variedad de motorizados en una dura competencia de resistencia y velocidad, un evento que nuestras autoridades aseguran generará beneficios especialmente a favor de la actividad turística, pero además en la concesión de otros beneficios colaterales como mejoramiento de tramos camineros, de infraestructura de salud en algunas poblaciones, y hasta de promoción cultural en otras, donde se sentirá el ruidoso tráfago del Dakar.
Sin ánimo de crear dudas, es importante sin embargo que las autoridades nacionales informen en un determinado tiempo sobre los resultados del paso del Dakar, las inversiones que hace el Gobierno y lo más importante, los beneficios que se obtienen y justifican que la competencia rompa con la monotonía de nuestro tranquilo y limpio territorio.
No se trata de un mero entusiasmo cívico, político y posiblemente deportivo, el tema tiene connotaciones más reales y se refieren a seguridad ambiental y qué clase de beneficios útiles para muchas comunidades.
Fuente: LA PATRIA
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