Los 55 diputados del oficialismo venezolano aún no digieren la idea de que 112 opositores ahora copan la Asamblea. El oficialismo aún no comprende que del universo electoral total, dos terceras partes se hayan inclinado a apoyar a la llamada oposición y en su capricho revolucionario, dÃas antes de la posesión, amenazaban con desconocer al nuevo ente con asambleas populares y ahora insisten en declarar que seguirán luchando en las calles, junto al pueblo.
Mientras el nuevo presidente de la Asamblea, Henry Ramos comenzaba a dirigir en el hemiciclo posesionando a dos secretarios (obviamente propuestos por la mayorÃa opositora), Diosdado Cabello se batÃa en retirada, desalojando de la cámara a sus diputados y declarando a la prensa que el nuevo presidente estarÃa violando el reglamento de la Asamblea.
Don Diosdado remarcó varias veces esta "violación", con argumentos absurdos como que sólo se trataba de un acto de posesión y no deberÃa permitirse ninguna otra intervención, pese a que uno de sus diputados habÃa intervenido, lanzando crÃticas furibundas e incomodando al invitado ex presidente colombiano Pastrana.
Si de violaciones habla Cabello, ¿no serán más gravÃsimas las violaciones a los derechos humanos de los presos polÃticos? Bueno, en la desesperación, cualquier argumento baladà servirá a la, ahora, minorÃa oficialista.
LA INMADUREZ DE MADURO
Una de las inmediatas tareas de la nueva Asamblea venezolana girará en torno a decretar una amnistÃa que deje libres a los prisioneros polÃticos.
Ante esto, la minorÃa oficialista tildaba de "asesinos" a los presos polÃticos, ¿en verdad será asÃ? Leopoldo López ¿será un asesino? Fue acusado de incitar a la violencia, pero la inmadurez no entiende que en el fragor de la lucha o confrontación polÃtica siempre habrá arengas de uno y otro lado. ¿Acaso el gobierno no incita y arenga a "defender la revolución", a "atacar al imperialismo" y a la "derecha"? Todo ello, seguramente implicará violencia y muertes.
Ante un reclamo de un diputado oficialista, Henry Ramos contestaba que "ahora las cosas han cambiado". Y ojalá sea asà para bien del pueblo venezolano. Porque los cambios a los que estamos sometidos, como en Bolivia, en muchos aspectos no son tales y sólo tienen lo mismo de antes, y esto es ratificado por voceros, diputados y funcionarios cuando son cuestionados por la prensa respecto a alguna irregularidad. Entonces responden siempre con la consabida frase: "lo mismo hacÃan los gobiernos de antes". Vaya justificativo, y luego hablamos de cambio.
(*) Licenciado en Comunicación Social
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