Jueves 31 de diciembre de 2015
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Transcurrieron los doce meses de otro año y al final de la gestión nos queda una serie de dudas sobre lo que supusimos que se harÃa y lo que por muchas causas no se hizo. Fallaron algunas cosas, es cierto, faltaron medios y los recursos fueron cortos, es innegable; también quedaron en el canastillo de la burocracia otras buenas intenciones, pero sumaron más las frustraciones. Un balance que en el orden popular se califica de mediano beneficio.
En el orden nacional vivimos bajo el esquema de una economÃa fuerte con un mullido colchón de reservas que nos permite aún enfrentar la crisis de los precios internacionales del petróleo y su efecto directo sobre el gas que producimos y exportamos; en el otro rubro de nuestras materias primas, los minerales se vinieron abajo y nos costará ciertos sacrificios sostener esa productividad, aumentándola para evitar el colapso de gran parte de la minerÃa.
En otros niveles de la administración pública, los actos de corrupción fueron parte de la cotidianidad, pues no hubo mes en el que no se registrara algún hecho irregular, afectando seriamente al poder judicial. El Gobierno reconoce que el mayor de sus problemas y debilidades estuvo en el ramo judicial. Otros hechos empañaron también segmentos del movimiento gubernamental, obligando a disponer medidas radicales para limpiar la imagen de la polÃtica oficial.
Fuente: La patria
