Miercoles 30 de diciembre de 2015

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Diciembre es el mes de sensaciones y de cosas sensacionales, amén de hechos raros como la caricatura de un personaje político disfrazado de chola. A ello añadió la periodista Lupe Cajías la alusión a un fenómeno poco conocido. Según ella, se acrecienta en Bolivia la "sensación térmica del NO". Parece verdad. Asustados por el contexto regional, los oficialistas ya no saben ni dónde pisan; temen correr en febrero la misma suerte de sus congéneres de la ALBA.
La frase no es tan nueva que digamos, la usó en una ocasión el "dictador elegido". Banzer dijo a los periodistas que no había ninguna crisis en el país; lo que se percibía era sólo "una sensación térmica". Pero al verlos incrédulos, añadió: "Sí pues, parece que existiera, pero no existe. Váyanse tranquilos". Sin embargo, la oposición hasta le pidió al General que se vaya; que la mega coalición gobernante iba a cualquier parte, sin rumbo. (1998).
Pero por las dudas, recurrimos a un psicólogo. Un señor alto, magro, con lentes gruesos y con cierto aire misterioso, mirándonos fijamente, respondió: "Es fácil, se llama sensación a la impresión recibida por los sentidos, cuando sufre una excitación". ¿Y lo que se ve sin que exista, maestro? Le preguntamos. "Entonces sería una alucinación, respondió; es decir, una sensación sin objeto. Eso sucede a veces por miedo". ¡Ah, ahí está la clave: es el miedo!