Luces, regalos, el aroma, música y comida en Navidad
27 dic 2015
Por: AnÃbal Abel Alarcón Caparroz - Poeta, escritor
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Desde muchÃsimo tiempo atrás, las luces de la Navidad en su entorno reflejan (a decir de varias personas), un ambiente de encanto, estimulando de un apacible aroma de tranquilidad a un verdadero gozo; alegrÃa y esparcimiento a todo dar; las luces de Navidad en la actualidad con una variedad en tamaño, estilo y forma vienen en paquetes en grandes cantidades precisamente para adornar los pesebres; nacimiento del Niño Jesús; los árboles y hasta las fachadas de las casas. Las decoraciones navideñas que se colocan en el exterior de las casas, hacen que otros piensen que la gente que habita en las mismas, es más sociable y que están más integradas a las actividades sociales y, es verdad en muchos casos ya que les anima a demostrar aquello con su impulsiva actitud.
Por otra parte, los regalos son uno de los "grandes invitados", como protagonistas de las fiestas navideñas, aunque a veces con uno que otro disgusto y pueden convertirse en una que otra situación compleja, ya que se supone que a las personas cercanas del entorno se les conoce perfectamente..., o casi, para llevar buenos regalos; es decir, que les agrade; pero resulta que en muchos casos que no es asÃ, ya que algunas personas y en especial mujeres cuando llega un mal obsequio, refleja un notorio malestar en la persona afectada con cierto enojo. Sin embargo, los hombres y las mujeres parecen tener diferentes mecanismos hasta psicológicos para hacer frente a los regalos inadecuados, relacionando en diferentes formas, fingiendo que el regalo recibido "es justo lo que siempre querÃa" o deseaba, mientras que ellos los hombres, son más propensos a decir la verdad "no me gusta".
AsÃ, si de parte de la pareja se recibe un regalo que considera inapropiado, dirán que les gusta y que es fantástico, fabuloso aunque de verdad piensan lo contrario. Como tercer aspecto nos referimos concretamente al aroma o los olores que tienden a interactuar en forma tÃpica relacionada con el entorno y el ambiente navideño, para que en particular estimule favorablemente al exquisito gusto propio de la Noche Buena y la Navidad, aspecto que está Ãntimamente combinado con otro factor importante con la música navideña que se entona y se escucha en todo lado y lugar con su variedad de ritmos desde los villancicos con sus tonadas y bailecitos, hasta la música suave y de sobremesa.
En fin, es un espectáculo propio y tierno de la Navidad digno de repetir año tras año, ya que todo ello influye en el comportamiento del ser humano en forma positiva, dotándole de un apacible, tierno y cariñoso carácter que por lo demás es obvio para resaltar.
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