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Hace sólo cuatro dÃas atrás, se recordó una fecha importante, el DÃa del Trabajador Minero de Bolivia, el 21 de diciembre, una fecha trágica en 1942 cuando se produjo la Masacre de Catavi en el Campo de MarÃa Barzola.
Un pliego petitorio de los mineros asalariados agrupados en el único sindicato que tenÃa vigencia en Catavi, fue el motivo para la represión militar ordenada en el nivel ejecutivo del gobierno de Enrique Peñaranda que según refiere la historia, se puso al lado de los "Barones del Estaño", que en ese tiempo no consideraban todos los beneficios sociales que demandaban los mineros. Frente a la advertencia de movilizaciones por parte de los trabajadores mineros que se reunieron en asambleas en UncÃa, Siglo XX y Cancañiri, las autoridades militares ya advertidas de los movimientos sindicales, se encaminaron hacia esos centros mineros para "frenar" la arremetida de los valientes mineros.
Entre 7 a 8 mil trabajadores, además de mujeres, esposas e hijas de los mineros eran parte de la manifestación que avanzaba hacia Catavi y que fue reprimida con la metralla de las fuerzas militares que dispararon a la columna, de la cual salió una valerosa palliri, MarÃa Barzola, haciendo flamear la enseña tricolor arengó a las tropas a retirarse y no causar la muerte de sus hermanos mineros, la respuesta obvia fue una descarga que puso fin a la vida de la sacrificada trabajadora de la mina. En su honor y homenaje, ese sitio se denomina Campo MarÃa Barzola.
Muchos fueron los mineros que entregaron la vida en esa acción de rebeldÃa y de búsqueda de justicia social, una razón y ejemplo que desde entonces marcó al sector minero, como el abanderado de las luchas sociales de los trabajadores de nuestro paÃs. El 21 de diciembre se declaró como el DÃa del Trabajador Minero Boliviano.
La claridad de los pensamientos polÃticos de los mineros ha sido el respaldo y la fuerza que movilizó las acciones del sindicalismo independiente del paÃs, como se reconoce la vanguardia en la defensa de los intereses nacionales, hoy por hoy atributos venidos a menos por los cambios que se han presentado, al aproximar a los lÃderes mineros a las tareas partidarias, dejando de lado la consigna valerosa de mantener la independencia del sindicalismo por encima de intereses sectarios.
Actualmente la clase minera atraviesa por una difÃcil situación. Las condiciones sociales no son las mejores, es otro ciclo que obliga a grandes sacrificios, un desafÃo a la conciencia de los verdaderos dirigentes, para defender sus intereses, aquellos que tienen que ver con los derechos laborales en general, en busca de resultados de equidad, justicia y libertad, es un reto que significa recuperar la dignidad y la conciencia valerosa que irradia el verdadero sindicalismo minero. Un saludo con mucho aprecio a los Trabajadores Mineros de Bolivia.
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