En Santa Cruz, es común ver en la ciudad y en las provincias del área rural a menonitas vendiendo sus productos agrícolas a la gente. Vestidos con una camisa, un overol oscuro, un sombrero y botas, en el caso de los hombres; y un vestido oscuro, pañuelo, sombrero con cinta, medias y zapatos, en el caso de las mujeres, estos descendientes de alemanes llaman la atención a más de uno por su peculiar vestimenta y su tez blanca, cabello rubio y ojos azules.
La específica versión de la religión evangélica que profesan y sus estrictas costumbres ligadas al trabajo, la familia y la espiritualidad los alejan de la modernidad, al grado que no cuentan con aparatos electrónicos en sus hogares, no pueden casarse con personas de otra raza, se rigen bajo un propio sistema educativo, viven aislados del resto de la población, entre otros patrones de conducta que respetan.
No obstante, en el departamento de Santa Cruz ya existen colonias de menonitas que han dejado su religión y algunas costumbres para optar por mejores condiciones de vida, pero sobre todo para mejorar su actividad ganadera y agrícola. Es el caso de la colonia Chihuahua, donde alrededor de 200 menonitas habitan y se dedican al cultivo de trigo y otros granos.
A diferencia del resto de colonias menonitas de Santa Cruz, en Chihuahua los habitantes no visten de overol o vestido, si no de la misma manera que lo hacen cualquier hombre o mujer natural del oriente. Así se presentó, por ejemplo, Franz Schmitt, un menonita que viste zapatos negros, jean azul y camisa blanca de manga corta, quien abrió las puertas de su propiedad en la colonia Chihuahua, ubicada en el municipio cruceño de Cuatro Cañadas.
"Somos unas 200 familias en la colonia, no todos son agricultores, pero ninguno de ellos excede las 500 hectáreas. Tenemos asociaciones, una asociación donde los productores se asocian y salen a vender los granos a las industrias", comentó Schmitt, quien no sólo dio cabida a los aparatos electrónicos en su vida y en la de su familia, si no también mecanizó su actividad agrícola y cuenta con trabajadores que le ayudan en su día a día.
La colonia Chihuahua nació en 1989. Con 26 años de existencia, es una de las más conocidas por los productores cruceños, pues está en el recuerdo que es una de las primeras que se asentó en el municipio y construyó un camino, con recursos propios, que le permitiera salir a la ciudad para el traslado de sus productos.
"Los menonitas de la colonia Chihuahua son uno de los ejemplos de productores de la zona. Los caminos y la energía eléctrica fueron hechos con sus recursos propios", destacó Richard Paz, agricultor cruceño del Este de Santa Cruz, quien precisó que en esta colonia ya existen menonitas con nacionalidad boliviana.
Pero a Schmitt y sus tíos, que fueron los fundadores de la colonia, les pesa todavía un aspecto en sus vidas: ser ignorados por el resto de los menonitas que habitan en el departamento y que los ven como los "rebeldes" que desobedieron a su religión y costumbres. De acuerdo con el Censo Nacional 2012, en Santa Cruz existen 15.666 menonitas.
Fuente: Santa Cruz, 21 (ANF).-
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