La morada de las parihuanas

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Sobre el celeste espejo del agua, una delicada paleta de suave color salmón, casi rosa, se difumina en el horizonte; súbitamente, una oleada de brillantes tonos naranja y negro encienden el firmamento, las exóticas aves del lugar levantan vuelo, pintando con sus alas una armoniosa policromía solo pensada por el genio creador de Dios, maravillándonos con su presencia. Nos encontramos a orillas del lago Poopó, otrora, el segundo en dimensión en Bolivia y las aves de la descripción son las parihuanas o flamencos andinos, declaradas oficialmente en peligro de extinción.

Transcurría el mes de julio de este año y en uno de los certámenes nacionales de belleza se anunciaba la presencia de la belleza orureña. Ataviada con una increíble creación de moda con mensaje, nuestra representante lucía plumas delicadamente pintadas y formadas a partir de pequeñas piezas de tela recicladas y previamente teñidas. Curiosamente, alguien del jurado preguntaba: ¿Qué tienen que ver las plumas con Oruro, acaso allá existen aves?

El reciente estallido mediático de algo que los orureños ya conocíamos con pesar, la paulatina desaparición de nuestro emblemático e importante lago, nos hace reparar en las dolorosas grietas en sus orillas sobre las cuales yacen inertes los cadáveres de las que fueron hermosas y exóticas aves. Este es el funesto resultado de las elevadas concentraciones de minerales que aceleraron la desaparición del recurso hídrico que sumada a la contaminación depreda las pocas especies aún existentes que hoy agonizan en el área.

Sin duda, una tragedia para el medio ambiente y la economía de la región, pero también un recordatorio para cuidar mejor nuestro planeta, reconociendo las señales de peligro, asumiendo a tiempo políticas de prevención y protección del mismo.