Sábado 19 de diciembre de 2015
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Del lago Poopó se dicen ahora muchas cosas, las que sensiblemente estuvieron casi en reserva en los meses anteriores, cuando era necesario que se las digan para tomar algunas previsiones y evitar llegar al desastre actual, con sólo unos reducidos humedales y prácticamente gritando a todo pulmón que el "segundo lago más importante del paÃs, está seco".
Los calificativos de desastre o catástrofe son apropiados a la situación que en el hecho práctico reflejan la preocupación de los orureños sobre algo que en la visión de algunos expertos pudo prevenirse�y prevención significa atención anticipada a cualquier problema, lo que justamente faltó y desencadenó la catástrofe.
La gran duda es saber si existÃa o no un programa especÃfico para el control y en su caso "mantenimiento" de los sitios de recarga acuÃfera, especialmente en el caso del rÃo Desaguadero, donde debieron realizarse trabajos importantes de drenaje para permitir la circulación de cierta cantidad de agua permanentemente.
El Programa Cuenca Poopó existió y fue dotado de un presupuesto de catorce millones de euros financiados por la Unión Europea para cinco años, fondos que por los datos ahora conocidos, no alcanzaron para cumplir los fines de preservación del importante espejo lacustre del altiplano orureño, reconocido además internacionalmente como sitio Ramsar desde 1990, por sus caracterÃsticas para el sostenimiento de flora y fauna propias de regiones privilegiadas.
Fuente: La patria
