Jhonny Llally, el impulsor de un diálogo que marcó historia

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"He votado por el señor Presidente, he creído en él, cuando uno tiene necesidades, conoce, pero no hubo los cambios. Cuando dijo ´vamos a industrializar Bolivia´, yo creí", dijo el dirigente sindical del Comité Cívico Potosinista (Comcipo), Jhonny Llally, con lágrimas de impotencia en uno de los tantos intentos de negociación con el gobierno, en julio pasado.

Este dirigente encabezó la marcha de los cívicos de Potosí hacia la ciudad de La Paz y las movilizaciones en esta ciudad. También lideró un largo y extenuante paro cívico en su departamento demandando atención del gobierno.

Con paso firme, Llally y los demás marchistas recorrieron alrededor de 400 kilómetros desde Ventilla hasta la ciudad de La Paz con la determinación de que el presidente Evo Morales los recibiera para entablar un diálogo sobre sus 26 demandas que habían sido olvidadas desde 2010.

Llally nació el 31 de julio de 1966, tiene 49 años. Su madre murió cuando él tenía ocho años y tuvo que dejar de estudiar para trabajar y ayudar en su casa. Inició su carrera sindical en una empresa privada y fue dirigente de la federación de choferes antes de convertirse en presidente de Comcipo.

Maneja un taxi en las calles de Potosí y también, como muchos, sufrió necesidades que lo llevaron a luchar por el cumplimiento de las promesas que el gobierno hizo a Potosí.

"El rico no sabe qué es el hambre, pero cuando uno mejora de poco a poco, sabe cómo se sufre de hambre, de necesidades. Yo soy chofer, mi hijo en Navidad se ha accidentado, lo primero que pensé fue en llevarlo al hospital, con mis pocas monedas. Muchos bolivianos sufren así", expresó Llally.

El Presidente Evo Morales dijo que Llally era un "llulla", es decir "mentiroso" en quechua, ya que el 98% de las peticiones del pliego que presentó estaban supuestamente cumplido. Además, expresó que estas peticiones le causaban risa.

Después de 17 días de movilizaciones en La Paz y 18 días de paro cívico en Potosí se logró entablar el diálogo con los ministros bajo cuatro condiciones: la presencia de los medios de comunicación, la presencia de técnicos de la Universidad Tomás Frías, realizar las sesiones sin interrupciones y que el presidente firme el acta de acuerdos.

Poco de eso se cumplió y Llally decidió volver a Potosí junto a todos los marchistas, con las manos vacías. Pese a ello dijo que "los ispis ganaron a los tiburones" debido a la recepción de héroes que obtuvieron al volver a su ciudad. Sentaron un precedente, afectaron al Gobierno.

El dirigente ahora encabeza la estrategia de la campaña por el No a la reelección del presidente Evo Morales. Llally ayudó a desnudar las promesas incumplidas y las necesidades de Potosí.

Fuente: ANF