Jueves 10 de diciembre de 2015
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Hace unas décadas se relacionaba a los kilos demás en las personas con la riqueza, se supone que esto era asà porque se creÃa que una persona bien nutrida debÃa verse rellena y saludable.
En la actualidad, se vincula la mal nutrición o la obesidad con la pobreza, ya que la comida rápida y procesada es más barata y se prepara en menor tiempo o ya viene lista para ser consumida.
Según datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS), 800 millones de personas sufren hambre en todo el mundo, 2 millones padecen mal nutrición y otros dos millones son obesos, lo cual nos da una idea de la situación de alimentación de las personas en el planeta.
PaÃses con economÃas sólidas como China o México implantaron programas que lograron reducir el hambre de manera exitosa, pero ahora se enfrentan al problema de aumento de la obesidad.
En paÃses como Estados Unidos, donde la comida rápida abunda, las personas pobres la consumen mucho porque es más fácil de conseguir y sobre todo más barata. En lugares como Filipinas, donde el fideo tiene un costo más bajo que el arroz se consume más ese alimento que al estar elaborado con harina blanca y ser procesado, es decir, no natural, las posibilidades de mal nutrición aumentan, sin ir lejos esto está ocurriendo en Latinoamérica, más aún en Bolivia.
Fuente: La Patria