Por primera vez en Oruro una mujer asume la Alcaldía Municipal

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En jornada histórica de doble vía en las recientes elecciones la ciudadanía orureña, ungió con los laureles del triunfo a una mujer, rompiendo una práctica que venía desde los albores del municipalismo boliviano.

Rossío Pimentel Flores, es la periodista orureña que se lanzó a la arena electoral, invitada expresamente por la alta dirección del Movimiento sin Miedo, desplegando una campaña discreta ausente de botellas de aceite de comer, bolsas de fideo, gorras, punta bolas y otras chucherías, a que acostumbraron al pueblo hambriento los políticos avezados, sin que falten pero el alcohol, grupos musicales y petardos, rematando en francachelas callejeras.

Entonces, parafraseando a la Heroínas de la Coronilla de Cochabamba en las jornadas independentistas, doña Rossío Pimentel habría dicho: “A falta de hombres aquí estamos las mujeres…” y decidió dejar el periodismo --que es su pasión-- para internarse en ese proceloso mar electoral, portando empero un bagaje de conocimientos sobre la problemática orureña y su reiterado amor al terruño.

Por eso se trata de un suceso histórico, porque a partir de esta gestión, entrará a regir la autonomía municipal y en Oruro como caso excepcional, también por primera vez, una mujer asumirá la Alcaldía, lo que en síntesis constituye un justo homenaje a la mujer de este suelo.

Ahora se trata exigentemente de “limpiar la casa de corruptos e ineptos”, erradicando la holganza y el engaño a los contribuyentes y la ciudadanía en general.

Los observadores sostienen que el triunfo de la periodista Pimentel, es producto también del EQUÍVOCO que cometieron quienes nombraron a dedo a los candidatos del Movimiento al Socialismo, sin consultar a nadie en la ciudad, resultado de su exceso de poder e ilimitado autoritarismo. Para ello recordaron como algo descontado que “el caballo del corregidor nunca pierde” (sic).

Todos conocen que la avispada periodista nunca tuvo reservas mentales para llamar a las cosas por su nombre desde todos los sets de Tv de la ciudad, criticando ácidamente a los responsables del estancamiento orureño, conducta que siempre fue aplaudida por la opinión pública.

Por eso la flamante alcaldesa esta pronta a un reto innegable. Tendrá que desbrozar su nuevo camino con mucha inteligencia y disciplina férrea, rodeándose, como dijo, de los mejores hombres y mujeres --pero orureños-- para COMENZAR A CONSTRUIR EL ORURO DE HOY, puesto que en los últimos 30 años, no se dio una sola obra pública municipal de significación, que no sea la “política” de las jardineras, los tinglados y la colocación aldeana de placas ofensivas.

Como una modesta contribución a su plan de trabajo a favor de este Oruro postergado, anotamos algunos acápites de inaplazable realización y factibles desde todo punto de vista:

1. Estudio y elaboración del Plano Regulador de la ciudad, con la participación de técnicos del primer nivel profesional.

2. Acometer con seriedad el Reordenamiento Vehicular para beneficio directo y participativo de pobladores, usuarios y transportistas, una vez que existen más de dos estudios al respecto y que costaron dinero a la municipalidad.

3. Concretar el funcionamiento del Museo Histórico, que nunca tuvo Oruro en sus más de 400 años de vida y cuyos preliminares están adelantados merced a la iniciativa de intelectuales orureños de verdad.

4. Reanudar relaciones con la UNESCO, para reponer el funcionamiento de su brazo operativo FUNDESCO y otorgar mayor personalidad a la organización del Carnaval, pero bajo parámetros técnicos y científicos, conforme recomendó el organismo internacional al otorgarnos el título patrimonial y un Plan Decenal.

Muy bien hace la nueva alcaldesa en propulsar una campaña de concienciación, para devolverle la dignidad a nuestra ciudad y reposicionarla en el sitial de privilegio en el concierto nacional, recordando a todos los moradores que Oruro siempre fue el sostén económico de Bolivia y el faro de los más grandes emprendimientos, en función de la Patria amada, que hoy por hoy exige unidad, solidaridad y respeto mutuo.(EDM)

Fuente: LA PATRIA