La actitud raya en la más aberrante irracionalidad. Ha comenzado a generar no sólo protestas sino rechazo social a un sector que como caracterÃstica habitual está acostumbrado a mostrarse como un sector pedigüeño, que no les corresponde, ya que son empresarios, son inversionistas con movilidades en distintas lÃneas de servicio público, y para colmo, como ellos mismos reconocen, pagan mal a sus choferes -800 bolivianos- por jornada laboral -que sabemos se extiende por doce o más horas, porque asà lo exige la naturaleza del trabajo-, en una flagrante trasgresión a normas laborales que establece el salario mÃnimo en más de 1.600 bolivianos. Vaya a saber, si sus dependientes están afiliados a los sistemas de seguridad social y aportan a las AFP´s.
Según su dirigente, dicho incremento de ninguna manera les hará "millonarios". Sin duda, para los transportistas esa cantidad no parece ser significativa.
Quien apoya a pie juntillas una lÃnea ideológica, tiene nomás que estar de acuerdo y cumplir, en consecuencia, con las iniciativas y directrices que se impongan. En este caso no pueden eludir el pago del doble aguinaldo. Hay que ser consecuentes con las causas que se abrazan, y no pedir ayuditas.
Muchos sectores, la mayorÃa del sector privado y especialmente de aquellas de la mediana y pequeña industria, han rechazado el pago del doble aguinaldo. Han hecho público su desagrado y hasta han anunciado que no cumplirán con la determinación gubernamental. Los transportistas en cambio, no han abierto la boca sobre este tema.
Y para decir que es bueno el servicio que prestan, dista espacios de lejanÃa. Sus vehÃculos son transformados de dos filas de asientos con los que venÃan originalmente hasta tres y cuatro filas, asà los pasajeros viajan como en lata de sardinas, con la quijada entre las rodillas, unos sobre otros por la estrechez, y todavÃa gozan de ciertos privilegios, bajos impuestos municipales, gas natural a precio subvencionado y la tolerancia de llevar tres pasajeros en los primeros asientos, siendo que por ley sólo se puede llevar dos pasajeros; el conductor y un acompañante. En esto se aplica la ley del embudo. Los vehÃculos y conductores particulares son multados cuando en asiento delantero llevan tres pasajeros.
El pueblo finalmente, resulta siendo el que soporta sobre sus espaldas el afán de lucro y las desmedidas ambiciones de enriquecimiento de algunos pequeños potentados, como los transportistas, que soporta servicios de mala calidad.
He aquà una buena tarea para el Ministerio de Trabajo en lugar de estar acosando y buscando flagrancias en otros rubros de actividad laboral. Los transportistas, por boca de su principal dirigente, incumplen con el pago del salario básico y es posible de otras obligaciones sociales.
Una buena tarea para el Concejo Municipal, que debe poner freno a las malintencionadas actitudes de quienes pretenden lucrar sobre las espaldas de un pueblo sufrido, de aquellos que ni siquiera tendrán Navidad porque no tienen aguinaldo.
Para la Gobernación, que debe imponer los principios de igualdad y evitar que sus aliados polÃticos incurran en intolerables aberraciones.
(*) Periodista Reg Nal. No 169
Para tus amigos:
¡Oferta!
Solicita tu membresÃa Premium y disfruta estos beneficios adicionales:
- Edición diaria disponible desde las 5:00 am.
- Periódico del dÃa en PDF descargable.
- FotografÃas en alta resolución.
- Acceso a ediciones pasadas digitales desde 2010.