Miercoles 02 de diciembre de 2015
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Las virtudes que hacen y forman la conciencia humana son resultado de las condiciones morales que se posea en todo momento de la vida. La moral, con su filosofía que es la ética, es básica para el logro de valores y principios, fundamentos de vida sin los que es imposible que hayan comportamientos que respeten las leyes de Dios, de los hombres y que hacen a las comunidades donde el principio de amor y respeto por los demás es básico y fundamental para el diario convivir.
Muchas veces, ideologías, credos, filosofías y enunciados de toda naturaleza han mostrado o, por lo menos propiciado, la práctica de los valores morales; pero, más han podido los intereses creados, las ambiciones y los egoísmos; han sobrepasado cualquier intención o pensamiento los deseos hegemónicos de quienes buscaron contar con más poder del que poseían; se han impuesto, en nombre de las libertades, la democracia y la justicia, que son enunciados y práctica de la moral, dictaduras y totalitarismos en beneficio de pocos desestimando los derechos de los más que han sido pueblos y naciones que se han visto sometidos a las degradaciones de la inmoralidad.
