Lunes 30 de noviembre de 2015
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No puede calificarse de otra manera la propuesta del nuevo agente chileno para tratar el tema del diferendo marítimo que sustenta Bolivia ante la Corte Internacional de Justicia (CIJ) de La Haya, el ex ejecutivo de la Organización de Estados Americanos (OEA), José Miguel Insulza.
Se le ocurrió al señor Insulza señalar que "para que su país (Chile) y Bolivia establezcan un diálogo directo sobre el mar, debería existir una acción formal como el desistimiento de la demanda legal". La insulsez planteada exactamente es una tontería, pues Bolivia simple y llanamente no cometería semejante error, frente a una insinuación poco seria y alejada de la realidad diplomática.
El agente chileno que asumió ese cargo recientemente, tras la renuncia de Felipe Bulnes, decisión que estremeció la diplomacia chilena, se adelantó en mostrar lo que seguramente es parte de su estrategia en la responsabilidad de sostener las eventuales decisiones que puedan aprobarse en la CIJ, en función a la demanda boliviana que ya avanzó positivamente en una primera fase y lo hizo con una declaración pública proponiendo diálogo, pero con una inadmisible condición.
Fuente: La Patria
