El triunfo de la democracia

Es para festejar el panorama político después de las pasadas elecciones del 4 de abril. Todo muestra que el pueblo ha tomado conciencia de la situación revolucionaria democrática, y los resultados numéricos han demostrado que no se proyecta una dictadura. El único presidente elegido en dos elecciones por mayoría absoluta, ha comprendido que este pueblo castigado por los fraudes electorales, tiene una Corte Nacional Electoral respetable, aunque más por costumbre que por realidades verídicas se escucharon denuncias de fraudes.

Tenemos que reconocer que se avanzó mucho en la práctica democrática. Recordemos que cuando el Presidente Gregorio Pacheco asumió el mando por elección democrática por primera vez, tal como se entendía por democracia en aquel tiempo 1884, se aplicaba el voto calificado. El ciudadano tenía que saber leer y escribir, demostrar que tenían un ingreso anual de 260 bolivianos, casa propia, no existía el voto secreto, la elección se realizaba en las plazas públicas, la mujer y el campesino no tenían carta de ciudadanía por tanto no podían sufragar.

Cada partido elaboraba su material electoral y tenía cantidades reducidas, mientras que el MNR disponiendo recursos del Tesoro General de la Nación, hizo imprimir papeletas rosadas para empapelar todos los pueblos. Lo peor, en el área rural, el ciudadano estaba obligado a votar con la rosada porque en los recintos electorales no existía otro color de papeleta, Al margen de que, milicianos campesinos armados, estaban en el interior del recinto obligando al ciudadano a votar con la papeleta rosada, ni siquiera era permitido votar en blanco.

Fue un gran salto democrático utilizar la papeleta multicolor y multisigno, un gran logro de lo poco que ha hecho del PDC con su presencia en el legislativo. El proyecto fue presentado en un corto intervalo democrático cuando el país tenía un gobierno bicéfalo -Barrientos Ovando- y el PDC invitado por Barrientos Ortuño a formar una coalición. Aquella unión no pudo ser porque el General Barrientos, aceptaba la utilización de la papeleta multicolor y multisigno, elaborada por el gobierno, solo después de que él asumiera el mando.

Finalmente se aceptó la proposición del PDC, en algún gobierno que tomó el mando de la nación, después del accidente de Arque. El gobierno del presente, ha tratado de perfeccionar, al impulso de sus triunfos por mayoría absoluta, y buscando mayor confiabilidad en la democracia, ha logrado introducir el sistema biométrico, dejando para el olvido las inscripciones de otros años. Ahora el sufragante está registrado con más su fotografía, eliminando de este modo la aparición de votos fantasma.

Conociendo los resultados de triunfos y derrotas de oficialistas y opositores, candidatos a gobernadores, alcaldes, concejales y consejeros uno se da cuenta que no hay triunfos por mayoría absoluta en ningún distrito. El oficialismo que esperó resultados favorables como en las elecciones presidenciales y los referendos ha logrado cifras moderadas, ningún resultado por mayoría absoluta, ni la oposición en la media luna ha logrado sobreponerse con mayorías abrumadoras, perdiendo mas bien en el departamento de Pando. Todo hace ver que el pueblo boliviano está aprendiendo a vivir en democracia. Son ejemplos patéticos los que se han visto. Oruro, el departamento que por primera vez tiene un presidente de la república que asumió el mando por mayoría absoluta, ahora tendrá una alcaldesa del Movimiento Sin Miedo. Cochabamba, el nido opositor aliado de la media luna oriental, tendrá gobernador y alcalde del MAS, mientras que Achacachi, punto definitorio de los problemas del mundo aymara, tiene autoridades que no son precisamente del partido de gobierno. Hay que anotar en recuadro, sin embargo, el Presidente Evo Morales ha tenido una lectura serena de la situación, su popularidad en medio de los cocaleros, no se ha repetido en el resto del país, sin embargo tiene el Ejecutivo, el Legislativo y el Judicial de su lado.

Al margen de los triunfos de los gobiernos departamentales, municipales y regionales, El que ganó de verdad en la justa electoral del pasado 4 de abril es la Democracia Boliviana. Estamos aprendiendo y tenemos que aplicarnos a vivir en un régimen democrático que trabaje por la provincia, el departamento y el país, al margen de sus consignas partidarias.