Sábado 28 de noviembre de 2015
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Muchas personas a las que les cuesta superar un golpe del destino suelen escuchar de amigos y conocidos la frase: «El tiempo lo cura todo», lo que es cierto, pero siempre cuando no hayamos contraído nosotros alguna culpa con alguna de las personas implicadas, es decir algo pendiente de resolver. No en balde dijo Jesús de Nazaret lo siguiente: «Haz las paces enseguida con tu adversario mientras vayas aún con él de camino, no sea que te lleve ante el juez y el juez te entregue al alguacil, y seas así conducido a la cárcel. Yo te digo no saldrás de allí hasta haber pagado el último céntimo».
Es posible que creamos que con una mudanza o con un cambio de ciudad los conflictos y peleas quedarán atrás, de hecho olvidamos todo con rapidez ignorando incluso si la otra persona logro superar el asunto o no. Pero todo es energía que no desaparece mientras no se supera, por lo tanto cada problema no resuelto, cada descarrío del ego sin superar sigue acumulado y a la espera, pues todo está pesado y medido.