Día del Fiel Laico

No se trata de un nuevo feriado, no, tampoco de un día dedicado a exaltar la existencia cada vez más numerosa de Estados Laicos. Tampoco es una jornada consagrada a promover la ideología laicista. Este domingo pasado, en la Iglesia en Bolivia se ha subrayado el hecho de que hay "fieles bautizados que no forman parte del clero o de alguna Orden o congregación religiosa". No son las personas que trabajan en dependencias de la Iglesia, profesores, secretarios, sacristanes, aunque muchos de ellos también son laicos, pero no los únicos. Se ha conmemorado la existencia eclesial de Usted y yo, que no somos curas ni monjes.

Es una realidad que los bautizados somos muchedumbre, una muchedumbre de laicos mundanizados, laicistas en la práctica, que vivimos en una sociedad cada vez más descristianizada, paganizada. Habría de ir el clero a predicar puerta por puerta y sobre los tejados, que los bautizados, todos los bautizados somos Iglesia, para llenar los templos, es decir edificar el Reino de Dios y todo lo demás vendrá por añadidura.

La identidad eclesial de los seglares se fundamenta en "el reconocimiento de los laicos como miembros de la Iglesia con pleno derecho, excluye la identificación de ésta con la sola Jerarquía. Pecaría de reduccionismo; más aún, sería un error antievangélico concebir la Iglesia exclusivamente como un cuerpo jerárquico: ¡una Iglesia sin pueblo!" (Juan Pablo II, 27-10-93).

El Papa Pío XII dijo: "los fieles laicos se encuentran en la línea más avanzada de la vida de la Iglesia; por ellos la Iglesia es el principio vital de la sociedad. Por tanto ellos, especialmente, deben tener conciencia, cada vez más clara, no sólo de pertenecer a la Iglesia, sino de ser la Iglesia; es decir, la comunidad de los fieles sobre la tierra bajo la guía del jefe común, el Papa, y de los obispos en comunión con él. Ellos son la Iglesia" (20-02-1946).

"Es la hora de los laicos -afirmaba el Papa Pío XII. Se ha rechazado primero a la Iglesia, luego a Jesucristo, finalmente a Dios, y se ha querido edificar la estructura del mundo sobre fundamentos que son los principales responsables de la situación actual: una economía sin Dios, un derecho sin Dios, una política sin Dios. Se quiere desterrar a Jesucristo de la universidad, de la escuela, de la familia, de la administración de la justicia, de la actividad legislativa, de las asambleas de las naciones".

Ningún otro concilio ecuménico había prestado tanta atención a los seglares como el Vaticano II, dedicando uno de sus más importantes documentos al apostolado seglar: el Decreto Apostolicam actuositatem, que es considerado como la carta magna o documento de identidad del apóstol seglar cristiano.

Sin embargo, aún hasta ahora, el Decreto conciliar sobre el apostolado de los laicos, no ha sido correcta ni suficientemente aplicado, a juzgar por su escasa aplicación práctica, y esto, después de cincuenta años de su promulgación.

"La raíz más profunda de la crisis que atraviesa el mundo hay que buscarla en esta deserción de los bautizados que, en medio del mundo, dejan de ser fermento para convertirse en masa amorfa (Mateo 13, 33)" (Tomás Morales, S.J., Hora de los laicos).

Ahí tenemos el hecho de que han sido personas laicas (no los clérigos) los que en grandísima parte han organizado el protestantismo que paraliza a la Iglesia católica en tantas naciones, y asimismo el comunismo que creó el imperio más grande de la historia, el gran imperio rojo. Es que no ha sabido la Jerarquía católica, manejar el resorte para movilizar al laicado católico, y no solamente eso, sino que no quiere hacerlo efectivamente, porque no quiere reconocer en el laicado, conciencia de responsabilidad, dándole amplitud de movimientos, propia del adulto, porque muchos consideran que los laicos bien formados les hacen sombra, postura que viene a ser un claro indicativo de que hoy todavía se piensa, que los seglares somos elementos eclesiales de tercera categoría.

Muchos laicos no vinculados a la Iglesia activamente, se sorprenderán al saber por ejemplo, que, algunos párrocos no admiten asociaciones y movimientos laicales, no los quieren en su ámbito y hasta les cierran las puertas, especialmente no admiten aquellas asociaciones con claridad de fines y medios.

Otros sí que las admiten, pero prefiriendo que olviden sus estatutos, y hasta sus carismas, y actúen en la parroquia según los intereses de los sacerdotes. Entre los mismos seglares esparcen rumores en el sentido de que las asociaciones laicales son sectarias, eso proviene de parte de presbíteros que absorben el trabajo de los seglares asociados o no, que los paralizan, deforman y matan, quedando los seglares en un estado de infancia permanente.

Pero no va solo el seglar comprometido, está a su lado el Maestro. No va desnudo el laico, que lleva las armas de Cristo. No va desorientado el laico, ya que ha de ejercer la misión de Jesús. No es poco el laico, que hunde sus raíces en la divinidad de la que es floración vital.

(*) Director Nacional Pioneros de Abstinencia Total

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