En los pasados dÃas la administración de justicia ha ocupado los espacios más importantes en los medios de comunicación del paÃs, las noticias han estado centradas en una serie de hechos irregulares cuya autorÃa involucraron a jueces y fiscales, denunciados por ciudadanos cansados de soportar, increÃblemente, la injusticia reinante en el sistema.
Hay que tomar en cuenta algunos conceptos que dan funcionalidad a la aplicación de las leyes, la corrupción del sistema es un factor que se repite con inusitada frecuencia en muchos paÃses, de ahà que en algunos se hace mención especial al hecho de que, "la justicia hace grande a las naciones y la injusticia es el oprobio de los pueblos", cuán cierta esa sentencia que debieran recordarla los operadores de impartirla.
La situación se agrava diariamente con las denuncias que afloran sobre hechos de corrupción, lo reciente en La Paz con un juez y otros operadores que fueron "arrestados" mientras se sustenten sus procesos. En Oruro hubo una batida de fiscales tratando de corregir las irregularidades cometidas por malos funcionarios del Ministerio Público. Hay que aclarar que no todos los funcionarios son malos, pero los hay unos peor que otros, como lo reconocen altos magistrados que deben lidiar con esos malos "aplicadores de injusticia".
Un importante medio escrito de circulación nacional, hace mención al problema de la justicia y señala que el mayor y más importante es el de la simple y llana corrupción, aquella que se expresa en la extorsión de los operadores de justicia a los desesperados (y desamparados) litigantes. La apreciación es más clara cuando se menciona que las irregularidades forman "un sistema judicial despersonalizado y deshumanizado en el que ni vÃctimas, ni acusados pueden aspirar a tener justicia".
Hay muchos elementos que se rescatan en esta delicada materia de administrar justicia y es que en el hecho absolutamente humano, el amor o el odio hacen que un juez no reconozca la verdad, como que no hay diferencia entre un juez malvado o un juez poco preparado. Son definiciones que surgen al calor de los hechos que se registran y muestran esas duras realidades que lastiman la conciencia ciudadana.
Las autoridades del Gobierno están realmente preocupadas con la serie de problemas que sacuden al sistema judicial del paÃs, hay que reconocer que el asunto no es expresamente polÃtico, data de hace mucho tiempo y merece realmente un tratamiento directo para erradicar todo signo de corrupción, todo intento de extorsión y toda práctica de manipulación de la justicia.
Se trata de un mal que debe ser combatido abiertamente, la comunidad debe tomar cartas en el asunto defendiendo sus derechos y denunciando toda irregularidad que altere el buen uso de las leyes, por parte de jueces, fiscales o funcionarios que entren en el cÃrculo de la corrupción, incluyendo a los malos abogados.
En los últimos hechos se ha demostrado que las autoridades superiores de los poderes públicos están por el lado de combatir la injusticia producto de la corrupción que corroe el sistema. Los denunciantes tienen respaldo para ejercitar sus derechos, serán amparados por las leyes que ejercen los altos magistrados, probos, justos y altamente responsables.
Fuente: La Patria
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