El robo de mi bicicleta

Existe una famosa película italiana, que describe el drama de un padre, cuando le roban su bicicleta. A mí también me robaron una bicicleta este lunes 9 de noviembre y el drama que viví merece también ser llevado al papel, ya que tiene caracterfsticas muy bolivianas y muy de nuestra época. Todo comenzó cuando puse un anuncio en el periódico solicitando el servicio de limpieza de mi casa. Recibí una llamada de -¡aparentemente!- una madre desesperada, que necesitaba dinero para medicamentos, para su bebé enfermo. Por supuesto, que no pude negar a una madre en tal situación, la ayuda solicitada y le pedí que venga al día siguiente.

Horas más tarde, por una serie de indicios, me dolió comprobar, que el robo había sido cometido por una banda de "monrreros" profesionales. Y repito, si hubiera sido el robo de una madre necesitada jamás habría presentado denuncia, pero al comprobar el hecho, de que la supuesta madre no era tal y de que sus cómplices eran expertos en el laburo, tuve que presentar denuncia. Y aquí comenzó el verdadero drama.

Me presenté ante las oficinas de la Felcc donde el sargento del servicio de plataforma me aclaró, que mi denuncia no sería aceptada por la Autoridad a cargo era un robo por mínima cuantía y no valía la pena todo el papeleo. Además yo, la víctima, no podía identificar al autor y menos podía demostrar mi derecho propietario sobre los objetos "supuestamente substraídos".

Ante tanto impedimento ese día renuncié a hacer la denuncia. Pero el martes, luego de pensarlo bien, decidí volver a presentar denuncia, ya que si a esta pobre joven mujer la pescan robando en otro lado bien podrían aplicarle la "justicia inmediata" y una muerte así sería lamentable. Lo que yo no me perdonaría jamás. Así que insistí e incluso ejercí algo de presión comenzando a tomar notas de todos los involucrados en el proceso investigativo.

Lo peor fue que me enteré, de que por dichas causas: mínima cuantía, imposibilidad de individualizar al autor del crimen, (¿-?), imposibilidad de demostrar derecho propietario, ausencia de la víctima, etc., etc. 8 (ocho) de cada 10 (diez) intentos de denuncia no son aceptados por los fiscales de turno. La pregunta es: ¿Los fiscales lo hacen por flojera o existe una directiva de no aceptar casos para disminuir artificialmente las estadísticas del crimen? Ya que si la verdadera tasa de crímenes realizados se los debe multiplicar por cinco (5) entonces Bolivia no es tan tranquila como afirman las autoridades pertinentes, sino nos encontraríamos compitiendo por la medalla de oro en el campo de la seguridad ciudadana. Además en mi calidad de criminólogo formado en Alemania pude constatar las inmensas dificultades con las que los investigadores tropiezan para poder acceder a las informaciones necesarias y cumplir a satisfacción su tarea.

La tarea encomendada a ellos por la sociedad, la de esclarecer los crímenes. Por ejemplo, para poder rastrear e identificar las llamadas a un celular, entre la solicitud y la aprobación pueden pasar veinte días. A esas alturas la mayoría de las tomas de las cámaras de video ya están borradas. En cambio en Alemania, dichas solicitudes son aprobadas en el día y en casos de delitos graves el investigador no necesita ni permiso y puede acceder en cuestión de minutos a cualquier base de datos o a cualquier toma de cámaras de video de seguridad.

Además, cualquier denuncia, por muy mínima que sea, es seguida por un equipo de investigación hasta su conclusión. Incluso, si la víctima retira su denuncia, entonces, por interés público, o de oficio, como se llama en Bolivia, se sigue el caso.

Toda información delictiva en Alemania "vale oro", ya que la base de datos es el filón de oro del investigador. Gracias a ello la tasa de "casos resueltos" en robo, o robo agravado, como en mi caso supera el 80%. En Bolivia no llega al 10%. Tal como me refirió el Teniente Coronel Luizaga los fiscales limitan mucho el trabajo investigativo, lo que sería la causa principal de la pobre tasa de esclarecimientos y la constante subida del crimen. Conclusión: Hay que hacer cambios inmediatos y de urgencia para poder combatir el crimen.