Miercoles 18 de noviembre de 2015
ver hoy
Todos nosotros, todos los seres humanos, debemos vivir la vida con calma, sin apuro y sobre todo "sin prisa".
Si nos imaginamos que un ser humano espera nueve meses para nacer, un año para poder andar y tener dientes, dos años para poder hablar, seis años para empezar a leer, doce años para educarse, al menos cinco años para ser profesional, treinta años para alcanzar la madurez, finalmente noventa -en el mejor de los casos- para morir, es mejor no estresarse.
"No te apures ve despacio" aconsejaba el historiador latino Cayo Suetonio al Emperador Romano Publio Aelius Adriano, sucesor del Emperador Trajano.
La prisa desmedida significa un verdadero peligro? ocurren a diario muchos accidentes en las autopistas y carreteras de todo el mundo; gran número de personas muertas por prisa llenan los obituarios de los periódicos. Invasión de carril o pérdida de control por velocidad son los casos más comunes de accidentes, por la prisa o apuro por llegar.. en este caso al más allá.
¿A qué se debe esa prisa de vivir la vida con tanto apuro? Si nada va a desaparecer ni mudar. No hay algo que se pueda hacer bien con prisa porque prisa y prudencia no van al mismo tiempo, enseñaba el escritor latino Publilio Siro, 2000 años antes que se inventara el automóvil.
La prisa por ganar dinero y protagonismo a cualquier costo destruye y carcome la moral, favorece el crimen, la corrupción, la adulación e incrementa la angurria por el poder de los jefes al punto de hacer todo para perpetuarse manejando el Poder junto a su séquito de halagadores, creando un servilismo.
