Prácticamente el país entra en una etapa de prolongada campaña, por lo visto hasta el mes de enero, para promover dos corrientes concretas en el referéndum del 21 de febrero venidero, el Sí o el No para validar o rechazar una reforma en la Constitución Política del Estado que tiene que ver con la ampliación de mandato de los dos principales gobernantes del país.
Definidas algunas reglas de juego, los frentes que pugnarán por imponer uno de los criterios están propiamente en acción, naturalmente con algunas diferencias especialmente en el uso de los medios de comunicación que según algunos observadores se convertirán en el campo de batalla de la campaña para dilucidar el referéndum, en el que se juegan altos intereses políticos.
Cuando se habla de la campaña mediática, salta a la vista el problema de ventajas y desventajas que impulsarán el proceso previo que debe influir poderosamente en la conciencia ciudadana. Por un lado un frente con todo un aparato de medios a su alcance y el otro con varios de los llamados independientes, pero que demandarán una fuerte inversión si se quiere competir en aproximación con lo que a un sector no le costará mucho.
Sin embargo, la parte estratégica de ésta batalla tiene un elemento no nuevo, pero que puede ser más activo en la presente ocasión y que podría favorecer al frente opositor, para captar más seguidores en los centros urbanos, donde se maneja de forma casi rutinaria, la red de redes, la internet y sus diversos programas como forma de contrarrestar el operativo que buscará convencer a la gente del área rural donde la moderna corriente todavía no tiene efecto.
"Las redes sociales son un escenario fundamental, una herramienta muy eficiente" dejó entrever uno de los responsables del diseño de la campaña oficial del Sí, mientras que desde la oposición se trabaja sin limitaciones para activar la promoción del No, utilizando el facebook y el twitter, que con mensaje muy especiales llegan a pantallas de computadoras de todo tipo y hasta los celulares.
Recién están tomando forma las campañas en los dos bandos, pues se trata de convencer ciudadanos para que en el referéndum, marquen SI o NO, y para ese propósito se utiliza una serie de argumentos que de momento están todavía muy "livianos" y se presume que irán subiendo de tono en la medida que avance el tiempo y se conozcan algunas encuestas y opciones que muestren criterios más o menos cercanos a resultados futuros.
En todo caso lo que vendrá luego tiene que ver con la promoción oficialista referida a la bonanza vigente en el país, a las obras importantes, una serie de proyectos en curso de ejecución y mucho alarde sobre obras y adquisiciones futuras, para garantizar el desarrollo sostenible del país.
El otro frente centrará su ataque en recordar y denunciar hechos de corrupción en el frente estatal, saldrán a relucir los gastos excesivos, el mal uso de los recursos públicos, los graves problemas que afectan a la justicia, el Ministerio Público y la administración de algunas empresas y muchas irregularidades conocidas.
Los estrategas de las campañas en ambos sectores tienen una delicada tarea que cumplir casi de inmediato para direccionar sus mensajes, tomando en cuenta que en el referéndum no hay siglas, colores, ni fotos, lo que obliga a concienciar a los votantes con la oportunidad del caso, sobre las ventajas de un SI o un NO, cuyo resultado, será reafirmación de la práctica democrática en el país.
Fuente: La Patria
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