Lunes 16 de noviembre de 2015
ver hoy
Entre las pruebas que suponen o acarrean regularmente obstáculos, se cuenta con la prueba de hechos negativos, por ejemplo, que la testigo X no fue violada, puede demostrarse con certeza probando las circunstancias incompatibles con el hecho positivo de la violación; una circunstancia tal podía ser la comprobación por un examen médico de que el himen, entendido como la membrana que ocluye parcialmente la entrada a la vagina, está intacta; pero hay que tomar previsiones que este indicio no tendría fuerza probatoria absoluta.
Si el imputado afirma no haber conocido un determinado hecho que integra la figura legal del delito que se le imputa, la veracidad de ese aserto puede determinarse atendiendo a su conducta anterior que muestra claramente su ignorancia; aquí, el juzgador no depende de ninguna manera o modo, en tales casos de puros cálculos.
Cuando las posibilidades de esclarecimiento no son favorables, la experiencia puede, no obstante, hacer suponer que el imputado no conocía un determinado hecho concreto, a tal punto que lo ignoraba, como situación global que hasta el juzgador concienzudo puede, a base de esto, arribar a una constatación correspondiente.